COLUMNA INVITADA

El PRIANRD... ¿El cambio que viene?

Pocos eslóganes en la política podrían calificarse de surrealistas como el que acompaña a la alianza PRI, PAN y PRD

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Pocos eslóganes en la política podrían calificarse de surrealistas como el que acompaña a la alianza PRI, PAN y PRD, y más que surreal, es, en esencia, negacionista de la historia. Dueños de todas las cosas, hoy estos actores pretenden apropiarse del sentido común. 

Para esto, mantienen firme su alianza con la prensa hegemónica y utilizan el influjo de comunicadores para inocular, cada día y a toda hora, la mentira, el odio y el miedo. Pretenden regresar a gobernar sustentando su oferta en esos estados de ánimo. 

No miran al pasado porque lo que verán es el saqueo de un país apoyado en la impunidad. 

Son patrones, gerentes y comisionistas, ya lo sabemos; quieren regresar y usar al Estado para hacer negocios y beneficiarse. 

Son cínicos, explotadores, opresores y defienden sus intereses de un modo transparente y descarnado. Son el hambre y el desempleo, la cacería policial y la estigmatización de los adolescentes pobres; son la desesperación y la exclusión para los jubilados; son el racismo y el odio de clase queriendo dirigir los destinos de un país; son el enemigo histórico del trabajador que les produce riquezas y es explotado por patrones como ellos. 

Son parásitos con la destreza de hacer emerger, de lo más profundo del resentimiento y del miedo, lo peor de cada uno. Son odiadores cegados por una violencia fascista. 

Ellos son el 68, el Halconazo, Acteal, Aguas Blancas, Tlatlaya, San Mateo Atenco, la Guardería ABC, Ayotzinapa y su “verdad histórica”; son los saqueadores y los abanderados de las universidades para pocos; son quienes todo lo privatizan y no ofrecen más escuelas, si no cárceles (¿sabes ler?). 

Ellos, los patéticos servidores de la divinidad neoliberal que apuesta a exterminar de hambre a la mitad de la población. 

No podemos olvidar las lecciones que el tiempo nos dejó mientras estuvieron a cargo; ellos son los grandes responsables del hoy. 

Están moralmente quebrados. Durante años mantuvieron el poder pisoteando derechos, desdeñando las luchas que hoy nos definen, distorsionando la historia y aportando una mirada social más cercana a la autoayuda y la superación individual. El PRIANRD, no propone un proyecto alternativo, simplemente se aferra a regresar al modelo de sociedad que les brindó privilegios.

Pretenden convencer a las grandes mayorías, en voz de su candidata que, en sí misma, es una absoluta contradicción: quien firma con sangre defender conquistas sociales contra las que, en realidad, están en contra; gracias, Macario.

Su estrategia es evitar que tomemos conciencia plena de nuestros grandes retos y para ello lanzan una guerra sucia en medios y redes (go negative, by Castañeda), a la que suman a ciertos medios de comunicación monopólicos.

No se ha resuelto nada aun, hay todo por hacer, pero conviene tatuarse las lecciones aprendidas y no olvidar qué es verdaderamente el PRIANRD. 

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ
SOCIO DIRECTOR DE LATORRE & ROJO, S.C.
@diegolgpn

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