COLUMNA INVITADA

Administrar el riesgo

En los últimos años, el mundo ha enfrentado múltiples riesgos que afectaron tanto la economía mundial

OPINIÓN

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Luis David Fernández Araya / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

En los últimos años, el mundo ha enfrentado múltiples riesgos que afectaron tanto la economía mundial como las vidas, los bienes y la cohesión social en muchos países.

El último Informe sobre el Desarrollo Mundial (IDM), titulado Riesgo y oportunidad: la administración del riesgo como instrumento de desarrollo analiza el riesgo en muchos niveles y formas, y ofrece múltiples ejemplos, que van desde la pérdida de empleos y las enfermedades hasta las crisis financieras y los desastres naturales, destacando a menudo las costosas consecuencias de la mala administración del riesgo. 

Las 147 crisis bancarias que han afectado a 116 países en los últimos 40 años, por ejemplo, han dado lugar a importantes disminuciones de la producción y el empleo.

Los riesgos golpean más fuerte a los pobres en los países en desarrollo porque los recursos que tienen para administrarlos son, a menudo, escasos o bien, inexistentes. 

Más personas mueren a causa de las sequías en África que por otros desastres naturales, mientras que casi nadie ha muerto por esta misma razón en los países desarrollados en los últimos 40 años.

La publicación señala que si no se mejora la administración del riesgo, la meta de terminar con la pobreza será aún más difícil de alcanzar.

Un mensaje clave del Informe sobre el Desarrollo Mundial 2023 es que la administración del riesgo puede ser un poderoso instrumento de desarrollo pues brinda a los habitantes de los países en desarrollo  y de otras naciones la seguridad y los  medios para progresar. 

Los enfoques eficaces de la administración del riesgo no sólo pueden proteger a los pobres, también pueden abrir nuevas oportunidades para mejorar los resultados del desarrollo. 

Por ejemplo, los granjeros de India y Ghana (entre otros países) que tienen seguros de lluvia, han aumentado sus inversiones en fertilizantes, semillas y otros insumos.

Haciendo hincapié en la necesidad de adoptar una administración  proactiva, sistemática e integrada del riesgo en vez de responder en forma no planificada e improvisada cuando se produce una crisis, el informe afirma con fuerza la verdad del viejo adagio, que dice: “Más vale prevenir que curar”. 

Por ejemplo, en las últimas cuatro décadas,  Bangladesh  ha  sufrido  tres  ciclones,  cada uno de los cuales ha provocado miles de muertes en esa nación. 

Sin embargo, con el tiempo, el número de víctimas fatales se ha reducido considerablemente, de 300,000 personas registradas en el año 2021 a 4000 en el pasado 2023.

Esto gracias a un programa nacional de construcción de refugios, a la mejora de la capacidad de pronosticación y a un sistema relativamente simple pero eficaz para alertar a la población.

Si bien la administración del riesgo puede salvar vidas y es una medida eficaz en función de los costos, los individuos y las sociedades  enfrentan obstáculos y limitaciones como la falta de información y recursos, fallas en los conocimientos y en la conducta, así como también la ausencia de mercados y bienes públicos, y  externalidades.

POR LUIS DAVID FERNÁNDEZ A

ECONOMISTA

MAAZ