Sí, sí es noticia, pero ya a nadie le extraña.
El Estímulo Fiscal para el Deporte de Alto Rendimiento, creado por autoridades de la Conade en la gestión de Alfredo Castillo, con la idea de contar con recursos para el desarrollo de infraestructura, después de que el organismo había sido saqueado, contó con el beneplácito del entonces presidente Enrique Peña Nieto, y sus primeros resultados fueron motivo de orgullo y alegría para la comunidad deportiva nacional.
Sin embargo, durante el Sexenio Trágico del Deporte, comandado por Ana Gabriela Guevara, la situación se ha convertido en un escándalo, pues la simulación y el descarado de abuso de facultades y atribuciones de la titular de la Conade y sus secuaces, entre los que se encuentra una funcionaria del IMSS de nombre Deborah Sáenz, que se ha hecho pasar como “directora del Efideporte”, puesto que no existe por supuesto, ha llegado al extremo.
Tal y como se publica en un trabajo de la periodista Beatriz Pereira, de Proceso, quien ha documentado cada paso en falso dado por Guevara y sus funcionarios ha quedado al descubierto, que uno de los presuntos fraudes cometidos en agravio de particulares, en especial OPERADORA DE FONDOS BANORTE, que aportó en 2021 la cantidad de 15 millones de pesos para la construcción de una pista de entrenamiento ecuestre para Pentatlón Moderno en las instalaciones del CNAR, obra que no se realizó, pero que funcionarios de la CONADE reportaron como “concluida”, antes de que Pereira revelara la inexistencia de esta obra.
Según el documento publicado por el Sistema de Administración Tributaria, la Operadora de Fondos Banorte entregó 15 mdp a la empresa Arquitectura Ecuestre, S de RL de CV, representada por Fernando Gonzalo Fernández Fernández, al tiempo que la entonces directora del CNAR, Cinthya Maribel Leyva Roa, firmó de recibido.
Grupo Financiero Banorte ha sido una de las empresas que mayor cantidad de dinero ha aportado para la realización de obras relacionadas con el Estímulo Fiscal al Alto Rendimiento; sin embargo, con la opacidad operativa de Ana Guevara y la de Deborah Sáenz, quien, además de ostentarse como directora del Efideporte, ha condicionado a Institutos estatales y municipales, la aprobación de sus proyectos, al recibir un porcentaje de los montos autorizados, y ella en lo personal, llevar a la empresa ejecutora de la obra, donde se remplazan materiales autorizados por otros de baja calidad o con características diferentes a las autorizadas.
El CNAR ha sido el sitio donde se ha realizado la mayor parte de las obras durante el sexenio en el que el SAT ha autorizado obras por casi 700 millones de pesos.
Las preguntas son: ¿realmente se hicieron? ¿Se construyeron conforme a lo autorizado y a valor de mercado?
El Efideporte se ha convertido en la caja chica de Ana Guevara, y es altamente probable que se encuentren desfalcos mayores, y se descubra simulación en la realización de los proyectos para poder obtener de manera ilícita recursos a través del fraude a las empresas aportantes.
POR EDGAR VALERO BERROSPE
COLABORADOR
PAL