COLUMNA INVITADA

Entre Promesas y Polémicas, campañas deslucidas

Claudia Sheinbaum, apoyada por la coalición Morena, es hasta ahora justamente criticada por representar una extensión de la administración actual, sin distinciones claras que promuevan un enfoque fresco y renovador

OPINIÓN

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Pedro Ángel Palou / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

México va a elegir, por vez primera, una mujer presidente. En un país machista, donde los feminicidios son el pan de cada día, esta debería ser la noticia. Sin embargo, una de las candidatas es vista como continuista de uno de los sexenios donde más se ha atacado a los colectivos feministas y a la sociedad civil, como si ellos y no la violencia sistémica fueran el problema de México.

La otra candidata es producto de una coalición imposible entre fuerzas políticas que no tienen nada en común, salvo su odio visceral a AMLO. Un animal extraño, un alebrije político entre el PRI, el PAN, el PRD implica compromisos oscuros cuya letra chiquita desconocemos.

Claudia Sheinbaum, apoyada por la coalición Morena, es hasta ahora justamente criticada por representar una extensión de la administración actual, sin distinciones claras que promuevan un enfoque fresco y renovador. Los detractores apuntan a una falta de propuestas originales y un liderazgo que no se desmarca suficientemente de las políticas de Andrés Manuel López Obrador.

Esta percepción de "más de lo mismo" podría no resonar con aquellos que buscan reformas significativas o un nuevo rumbo para México. Algunos se aventuran a pensar que Claudia no ha dicho quién es ni qué quiere para no pelearse o distanciarse de su padrino político. Su trayectoria académica es citada como esperanzadora, porque además la ciencia y la cultura resultaron visiblemente golpeadas en el periodo de AMLO.

Su famoso “segundo piso” de la 4T no pega, y se presta a memes y burlas o al rechazo masivo de una clase media alta y de las élites empresariales. Hasta ahora, a pesar de ser la favorita de las encuestas, su campaña no “pega”.

Por otro lado, Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, intenta captar el voto del cambio. Sin embargo, su campaña no ha estado exenta de polémicas y críticas que cuestionan su seriedad y consistencia. Comparaciones desafortunadas y comentarios controvertidos han opacado su mensaje, desviando la atención de sus propuestas políticas.

La comparación de Sheinbaum con un gusano y otros comentarios poco afortunados han generado dudas sobre su capacidad para unir y liderar una nación diversa y compleja. Xóchitl era una buena candidata para la ciudad, hubiera tenido serias posibilidades frente a Brugada, pero la presidencia le queda grande y hasta ahora la gracejada no le alcanza para repuntar. Gritar no significa proponer.

Jorge Álvarez Máynez, permanecerá relegado a un distante tercer lugar, con encuestas que revelan una lógica preferencia mínima hacia su candidatura. Esto subraya una percepción de inviabilidad que lo coloca lejos de ser considerado un contendiente serio en esta elección, marginándolo en un duelo que parece ser exclusivo entre Sheinbaum y Gálvez. Los escándalos de Samuel García y la propia marca de Movimiento Ciudadano hacen que se trate de una mera comparsa de mirreyes.

Las encuestas reflejan una ventaja clara para Sheinbaum indicando una preferencia del 55% hacia ella, frente a un 28% para Gálvez. A pesar de las críticas y la demanda de cambio, una porción considerable del electorado aún confía en la ruta que la administración actual ha emprendido. La popularidad de AMLO, el peso de Morena en los gobiernos locales (gobernadores y congresos, alcaldías) nos habla casi de una elección de estado donde todo el aparato va a trabajar por Sheinbaum.

Sheinbaum debe demostrar que puede ofrecer una gestión distinta y efectiva, no solo ser la heredera de políticas previas. Debe decir qué hará en seguridad y salud, los dos puntos no solo más flacos sino realmente donde la 4T deja una estela de muerte y dolor. Le queda poco margen de maniobra después de la militarización rampante en las calles y en la obra pública. Gálvez enfrenta el reto de solidificar su posición como la alternativa viable, evitando deslices que puedan minar su credibilidad.

Una mega cárcel a la Bukele no solo no resuelve los problemas, sino que habla de falta de creatividad o de asesores realmente profesionales en las áreas más sensibles para la población, aquellas en las que ella podría aparecer como alternativa. Debe enfocarse menos en atacar que en proponer. Una campaña no es un reel de Tik Tok, señora X. Al inicio le funcionó mencionar todo aquello (sobre todo en los programas sociales) que dejaría del legado del presidente. Hoy eso no basta para ampliar una base electoral de oposición que no alcanza a revertir el peso popular de Andrés Manuel.

POR PEDRO ÁNGEL PALOU

COLABORADOR

@PEDROPALOU

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