APUNTES DE GUERRA

¿Un baño de sangre en EEUU?

El riesgo de un rompimiento institucional/constitucional no debe ser ignorado en caso de un segundo periodo de Trump

OPINIÓN

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Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Dice Donald Trump que si no resulta electo, habrá un enorme baño de sangre y que probablemente no se vuelva a realizar una elección presidencial en Estados Unidos. Sí, el ex presidente bajo investigación por incitar la insurrección del 6 de enero de 2021, criticado por promover a grupos violentos como los Proud Boys y de atizar conductas racistas con sus ataques a inmigrantes y a minorías étnicas, advierte sobre las consecuencias de una posible derrota y pone a temblar a más de uno en un país que aún no se recupera de las nefastas consecuencias de su primer mandato.

No exagero al referirme al daño causado por Trump a la sociedad y al sistema estadounidense: desde sus primeras incursiones en la política se ha dedicado a esparcir rumores falsos (la infundada teoría de que Barack Obama no era nacido en EEUU), intimidar a sus contrincantes, amenazar con o incitar a la violencia y, por si todo lo anterior fuera poco, tratar de amedrentar al poder judicial en los casos concretos que están abiertos en su contra.

Tratando de contener el daño de esas ominosas frases, los allegados de Trump alegan que se le está sacando de contexto, y que se refería a la industria automotriz (el discurso fue en Dayton, Ohio). Si bien comenzó hablando de los riesgos de las importaciones de autos chinos, la cita exacta es “si no soy electo será un baño de sangre para todo el país”.

Y no quedó ahí la cosa: en el mismo discurso rindió tributo a los presos por los actos violentos en el Capitolio el 6 de enero de 2021, llamándolos “patriotas” y “rehenes”, y ha dado a entender que si gana la presidencia perdonará a muchos de ellos.  

La retórica violenta de Trump es una constante y los ejemplos son muchos (Aaron Blake hace un buen recuento en un artículo publicado ayer lunes en el Washington Post), por lo que cabe preguntarse cuales son los limites que deberían existir para la incitación real -no figurativa ni metafórica- a la violencia en un país en el que la violencia política y el terrorismo doméstico (es decir nacional) son parte de la historia reciente.

Los peligros que plantea un segundo periodo de Donald Trump en la Casa Blanca no son hipotéticos, y el riesgo de un rompimiento institucional/constitucional no puede ni debe ser ignorado. 

Las encuestas colocan hoy a Trump con clara ventaja para ganar las elecciones de noviembre. Aunque en el voto popular la diferencia con Joe Biden no es enorme (+- 5%), si observamos a los estados bisagra, aquellos que definirán el resultado en el Colegio Electoral dado el complejo sistema estadounidense, ahí Trump lidera en seis o siete de ocho entidades clave.  

Falta mucho para noviembre, pero en un ambiente tan enrarecido y polarizado como el de Estados Unidos las tendencias irán hacia los extremos. Si no sucede algo excepcional, Donald Trump podría volver. A menos, claro, que sus problemas legales y financieros se lo impidan.   

Pongamos changuitos.

POR GABRIEL GUERRA CASTELLANOS

GGUERRA@GCYA.NET  

@GABRIELGUERRAC

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