COLUMNA INVITADA

Las teorías antivacunas, una amenaza a la salud mundial

Las mamás y los papás de hoy no tienen idea de la gravedad y de la rapidez con que los padecimientos han matado a millones de niños y adultos en el mundo

OPINIÓN

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Olga Georgina Martínez Montañez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: El Heraldo de México

Son muchos los temas apremiantes en salud a los que debemos dar más importancia en México, uno de ellos es el aumento de los brotes contra enfermedades prevenibles por vacunación. Déjeme que le cuente, que en lo que va de 2024, se han registrado en varios países más casos de sarampión que en todo 2023.  Y no es sólo el sarampión, la tosferina, la difteria y la parotiditis también hacen sus estragos en América, Europa y Asia.

Lo que explica los brotes es la disminución de las coberturas de vacunación, ya bien por la influencia de movimientos antivacunas, una menor percepción del riesgo, menores recursos a los programas de vacunación o por barreras para su acceso.  

La historia de las vacunas es emocionante, atrevida y llena de esperanza. Sus orígenes se remontan a la prevención de la viruela, por la que morían de tres a siete enfermos y un alto porcentaje sufría secuelas como ceguera, cicatrices o calvicie. Fascinado por los trabajos de Lady Mary Wortley, Edward Jenner en 1796 realizó los primeros experimentos formales que 200 años después culminaron con un logro sin precedentes, la erradicación de la viruela. 

Hoy día, la mayoría de los médicos jóvenes sólo conocen las enfermedades prevenibles por vacunación en los libros, y las mamás y los papás de hoy no tienen idea de la gravedad y de la rapidez con que estos padecimientos han matado a millones de niños y adultos en el mundo. Esta menor percepción del riesgo es una de las explicaciones del por qué se deja de vacunar.

Otra explicación, es la aceptación de las teorías antivacunas, que son por lo general creencias irracionales sostenidas por información pseudocientífica deliberadamente falsa, que, por motivos religiosos, filosóficos, apoyar a la medicina alternativa o estar en contra de la autoridad, difunden amplia y activamente sus ideas en sitios de internet y redes sociales. Por ello es frecuente que en lugar de la enfermedad (COVID-19), las supuestas complicaciones de las vacunas reciban toda la atención.

Cuando tenemos una duda racional es fácil resolverla con información adecuada. Sin embargo, cuando lo que tenemos son creencias irracionales todo se complica. Pero que no se culpe a la ignorancia, quienes más influenciados están por esas ideas son quienes buscan información de salud en la web, solo que no pueden diferenciar si es adecuada. Además, nuestra mente tiende a resolver muchos problemas sin pensar, así está construida, a eso se deben los sesgos cognitivos y cuando los mezclamos con aspectos de la propia personalidad o experiencias, nuestra mente reacciona sin pensarlo bien.

Thomas Gilovich, psicólogo del comportamiento humano, clasifica estos defectos en determinantes cognitivos, motivacionales y sociales. Por ejemplo, el sesgo de confirmación, en el que solo busco y leo información que confirma lo que ya pienso, o el compartir un enemigo común al que puedo fácilmente controlar y vencer con una decisión. 

Los movimientos antivacunas son reconocidos hoy como una de las 10 peores amenazas a la salud global y los países deben trabajar más campañas educativas y estrategias de vacunación efectivas, que tendrán un mayor éxito, si participa la sociedad, los líderes y la industria farmacológica. Afortunadamente seguimos siendo más los que comprendemos que con la vacunación la ganancia es mucho mayor que cualquier riesgo.

Dra. Olga Georgina Martínez Montañez 

Maestra en Salud Pública

@OlgaGeorgina

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