HORIZONTE GLOBAL

Dilemas de la industria petrolera

Más de la mitad de las empresas basadas en Europa dijeron sentirse presionadas por dejar de invertir en los combustibles fósiles

OPINIÓN

·
Isabel Studer / Horizonte Global / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La industria petrolera, responsable de más de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, se encuentra en un momento crucial ante la emergencia climática. Históricamente, ha mostrado resistencia a reducir sus emisiones y ha negado la existencia del calentamiento global. 

Sin embargo, muchas empresas petroleras están empezando a trazar el fin de esa era, reconociendo la necesidad de adaptarse a una realidad inevitable.

Aunque es difícil predecir el futuro de una industria que ha definido la dinámica de la economía mundial desde el siglo pasado, dos factores podrían cambiar de manera radical e inesperada. Ambos puntos afectarían la demanda por petróleo y están relacionados con la necesidad imperiosa de enfrentar la emergencia climática, por mero instinto de supervivencia.  

El primero es la disrupción tecnológica, que incluye alternativas como los biocombustibles, el hidrógeno verde y los proyectos de captura de carbono, así como la eficiencia energética, incluyendo el metano, y la electrificación del transporte terrestre. Estos cambios, que se están dando a un ritmo acelerado, podrían reducir significativamente la demanda de petróleo. Por ejemplo, se proyecta que el pedido en China, el importador más grande de petróleo en el mundo, caerá por el incremento vertiginoso en las ventas de vehículos eléctricos.

En este contexto, muchas empresas petroleras están invirtiendo en tecnologías asociadas a la transición energética. Por ejemplo, ExxonMobil está construyendo una planta que busca convertirse en la mayor productora de hidrógeno verde con captura de carbono, mientras que firmas como Ecopetrol y CNOOC, la empresa estatal china, están invirtiendo en energías renovables. Esta última anunció su plan de que la mitad de su producción, en 2050, será de energías limpias. Estas inversiones reflejan un cambio en la mentalidad de la industria, que busca adaptarse.

El segundo factor es el cambio en las preferencias de los inversionistas. Una encuesta reciente citada por The Economist revela que más de 80% de los inversionistas consideran importante que las empresas petroleras inviertan en tecnologías de bajo carbono para mantener sus márgenes de ganancia. 

Más de la mitad de las empresas basadas en Europa dijeron sentirse presionadas por dejar de invertir en los combustibles fósiles. Este cambio en la actitud de los inversionistas ejerce presión sobre las empresas petroleras para que se alejen de los combustibles fósiles y se orienten hacia un modelo de negocio adecuado a la transición energética.

Para empresas petroleras estatales con alto nivel de endeudamiento y altas emisiones de gases de efecto invernadero este cambio de paradigma es especialmente desafiante. Es el caso de Pemex, para el que la transición energética se convierte en una necesidad no sólo para obtener la licencia para operar en México y el mundo, sino para sobrevivir en un mercado cada vez más obligado a atender la crisis climática.

POR ISABEL STUDER

DIRECTORA, ALIANZA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA-MÉXICO

PAL