SILBATAZO INICIAL

Se precipitó…

Se va el mejor técnico posible para el Barsa, aunque ni él mismo lo vea así

OPINIÓN

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José Eduardo Iga / Silbatazo inicial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El FC Barcelona es un ente futbolístico de una presión incesante, y Xavi Hernández fue la víctima más atroz de la legión catalana. Terminó llegando con Joan Laporta, aquel joven estratega que había hinchado sus bolsillos de petrodólares, y al que lo único que le quedaba, habiendo blindado por completo a su descendencia y quizá una o dos más, era disfrutar del trajín en el equipo de sus amores, en el que no podemos ignorar la leyenda que ha sido como jugador, ganando cualquier cantidad de títulos e, incluso, siendo parte de la generación española más importante de la historia.

En el campo, como futbolista, una pulcritud endémica. Manejaba la pelota en el medio sector como nadie, y además los hilos de los cotejos. Contribuyó al desarrollo integral de Andrés Iniesta. Imposible que de tan solo recordarlo no acudamos a la nostalgia por aquellos tiempos que difícilmente se repetirán. Se retiró con un envidiable palmarés, casi para cualquiera. Levantó 32 copas, siendo el cuarto elemento español en la clasificación de todos los tiempos. Pero bien lo dicen: el puesto de estratega no es para cualquiera, y menos en una escuadra que siempre pretende ganar todo.

No le es relevante al aficionado común, aunque debiese, el que su equipo haya hipotecado al club con tal de levantarlo de la quiebra. De poco le vale a ese contingente tan estricto, el que tesoros del patrimonio como el Camp Nou haya tenido que venderse, ni siquiera sabemos si al mejor postor, para tener ingresos de todos lados con los que se pueda solventar una crisis y el proyecto deportivo haya tenido que vivir en su mayoría de préstamos de jugadores para subsistir.

Les son indiferentes, a los aficionados, esos años macabros de administraciones anteriores donde el equipo se llenó de jugadores de nefasto rendimiento. Aún con eso el barcelonismo no tiene espacio para la paciencia.

El primer año completo en el que estuvo pasó por una limpia importantísima dentro del terreno de juego, y aun así se logró lo impensable. Quedar campeón de liga con un rendimiento récord de la defensa. En esta campaña, apenas se asomaron las primeras grandes turbulencias, y don Xavi Hernández que para mí ha hecho el mejor trabajo posible por tantas vicisitudes, se derrumbó. Se aventó al mar abandonando el barco. Dijo que se iba al final de la temporada. Yo no sé cómo no se acordó que en el futbol hay malas rachas. Dejó un campeonato con un equipo en quiebra, por lo menos cinco jóvenes, por debajo de los 20 que serán el futuro y hoy, como mínimo, unos cuartos de final en Champions después de cuatro años sin lograrlo. Se va el mejor técnico posible para el Barsa, aunque ni él mismo lo vea así. Quizá solo por eso, deba prepararse más en el aspecto mental. Ha hecho gran papel internacional, y pensó que ya todo estaba perdido. Le quedará
la lección de que una caída en batalla no signifique la derrota en guerra.

POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE HERALDO DEPORTES LAGUNA EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA

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