Después de escuchar a Donald Trump celebrando el Súper Martes y a Joe Biden presentando su “Estado de la Nación”, a nadie le queda duda de que la migración es el principal tema del proceso electoral estadounidense. En este contexto, es sorprendente la poca relevancia que se le concede al mismo asunto en la campaña electoral mexicana.
Mientras que en Estados Unidos hasta el candidato demócrata empieza a hablar del problema de los “ilegales”, en México los migrantes permanecen “invisibles” en las propuestas electorales mexicanas. Ya no sé qué es mejor siendo migrante, ser ilegal o ser invisible.
Al menos en el primer caso se reconoce la existencia del fenómeno y de diferentes maneras de abordarlo, mientras que, en el segundo, el del invisible, el tema ni siquiera existe, a pesar de que las evidencias son obvias. Hasta en las calles de la Ciudad de México hay migrantes de Haití y de otros países pidiendo dinero, ya ni hablar del aeropuerto de la capital o incluso de los aeropuertos locales, como por ejemplo el de La Paz, donde ya se observan grupos de migrantes detenidos por autoridades mexicanas.
Es cierto que México y Estados Unidos tienen diferentes agendas internas e internacionales y eso se refleja en las prioridades de la campaña electoral de ambos países. México tampoco es el principal destino de migración, como es Estados Unidos, donde procuran llegar los migrantes que transitan por México.
Sin embargo, se trata de la misma frontera, mexicano – estadounidense, que buscan cruzar cientos de miles de personas de diferentes partes de América Latina y el Caribe, e incluso de África y Asia, llegándose a números récord de intercepciones del lado estadounidense. Muchos de ellos se quedan en México.
En este contexto, en México todos permanecen en su cómodo discurso de apoyar a “héroes y heroínas” que envían remesas desde Estados Unidos a sus familias en México. Ni una palabra sobre cientos de miles de migrantes de nacionalidades diversas que transitan por el territorio mexicano y se quedan por aquí buscando sobrevivir a los narcos, a los abusos de la administración migratoria, al hambre y a la miseria.
Ni una palabra sobre cómo solucionar el colapso de Haití que está provocando la salida de muchas personas de este país quebrado. Ni una palabra sobre cómo transformar realmente la política migratoria de México, dando ejemplo real al vecino del norte de cómo se debe tratar a los migrantes y no solo exigir un buen trato para los suyos, pero olvidándose de los horrores en casa.
A lo largo de los últimos años hemos visto que el tema de la migración ocupa a los mexicanos solamente de manera esporádica. Llega a convertirse en asunto de relevancia solo a corto plazo en momentos de tragedias migratorias.
La campaña electoral mexicana confirma que la migración significa aquí solamente preocupación por los mexicanos que están en Estados Unidos, pero invisibilidad sobre los migrantes que transitan por México e incluso optan por quedarse en este país.
POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES
TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA
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