Carolina Inda, experta en temas de abuso infantil, me compartió un dato lamentable, sólo entre un 7%-9% de niñas y niños afectados por la violencia física, sexual y psicológica logran convertirse en personas adultas funcionales. Este dato adquiere una dimensión aún más grave al considerar que México es el país número uno en abuso infantil.
El lugar donde más corren riesgo las infancias en México, en especial las niñas y las adolescentes, es en sus hogares, en donde no sólo son agredidas, sino que muchas veces sus experiencias son ignoradas.
La violencia contra las niñas y adolescentes a menudo se ve normalizada. Frente a la violencia sexual, es común escuchar frases como “ya deja de sufrir por lo que te pasó, a todas nos ha pasado algo así”. Esta actitud fuerza a las niñas a minimizar los abusos contra ellas.
Al normalizar la violencia, les arrebatamos la posibilidad de construir una vida plena, pues no sienten que tengan derecho de ser tratadas con respeto, de expresar sus pensamientos de manera libre, incluso se perciben sin capacidades para ser personas independientes.
La pobreza también juega un papel importante en la perpetuación de la violencia contra mujeres y niñas. Se enfrentan a discriminación y falta de oportunidades no sólo en casa, sino también en las calles y escuelas, colocándolas en un alto riesgo de explotación sexual o de contraer matrimonio durante la adolescencia y sufrir violencia doméstica.
Para construir una sociedad mejor, donde las personas podamos estar seguras, es necesario solidarizarnos con las niñas y adolescentes que viven en contextos de violencia, porque las personas adultas que hoy generan violencia fueron maltratadas durante la infancia y no contaron con los recursos suficientes para superar esta forma de vida por lo que terminaron reproduciendo las conductas que aprendieron.
¿Cómo puedes solidarizarte? Si conoces algún caso de violencia cerca de ti, una forma significativa de ayudar es convertirte en un pilar de apoyo. Escucha atentamente y valida sus experiencias, mostrándoles que no está sola y que sus sentimientos son legítimos.
Paralelamente, es crucial trabajar en la prevención del abuso contra niñas y adolescentes, tomando conciencia de las conductas arraigadas en nuestra cultura que comprometen su bienestar. Además, es importante informarte sobre fundaciones y organizaciones de confianza que brindan apoyo necesario para superar estas situaciones.
Sumado por ti es una fundación creada por un grupo de personas empresarias interesadas en mejorar las condiciones de vida de las niñas y adolescentes que han experimentado algún tipo de violencia en sus hogares.
Desde hace siete años, Sumado por ti ha brindado un refugio seguro en su casa hogar a niñas que, a pesar de que sus madres mantienen la patria potestad, no pueden regresar a sus hogares debido a la presencia de sus agresores. Estas niñas son referidas por el DIF o la procuraduría a la fundación para que puedan reconstruir sus vidas lejos del peligro.
Reciben a niñas a partir de los cuatro años, que permanecen hasta la mayoría de edad, tiempo durante el cual reciben el apoyo emocional y los aprendizajes necesarios para que se conviertan en mujeres autónomas con la libertad de elegir lo que desean ser y a dónde quieren ir, sin tener la dependencia de volver al entorno donde nacieron.
Te invitamos a conocer más de Sumando por ti en: http://www.sumandoporti.org/
POR DULCE GALINDO VILLA
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