COMANDO Y CONTROL

Filipinas y China

En Asia, vemos emerger una serie de puntos de tensión semejante, pero a diferencia de Europa, no hay una alianza como la OTAN

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Conforme la incertidumbre mundial con Rusia y China se expande, surgen nuevos puntos de gravedad en donde la tensión puede explotar.

En Europa, Ucrania fue uno de estos puntos que estalló convirtiéndose en una guerra total. Otra señal es Polonia, que decide no volver a pasar a la historia como vencido y busca crear una capacidad militar suficiente para que Rusia piense dos veces antes de atacarlo.  

Por su parte, Suecia la semana pasada, se unió formalmente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), terminando la existencia de países no alineados en el norte de Europa.  

Las naciones del Báltico, todas miembros ya de la OTAN son, serían sin ello, el eslabón más débil de la cadena de contención ante Rusia.  

En Asia, vemos emerger una serie de puntos de tensión semejante, pero a diferencia de Europa, no hay una alianza como la OTAN.  

La Organización del Tratado del Sureste de Asia (SEATO) fue creada en 1954, con la intención de ser una OTAN asiática, pero fue disuelta en 1977, después de que sus miembros perdieran interés en la defensa colectiva mientras Occidente y China buscaban un acercamiento económico, lo que disminuyó la tensión política y militar entre ellos. 

La cadena de países alrededor de China tiene relaciones sumamente distintas entre sí, pero en todos los casos, han comenzado esfuerzos de modernización militar, destinados a mejorar sus capacidades de defensa, buscando ser lo suficientemente resilientes como para disuadir una agresión. Punto fundamental de esa tensión con el gigante asiático, particularmente en cuanto a territorio marítimo, es Filipinas.  

Es un país sui generis en Asia. Su capital, Manila, tiene un aire similar al del puerto de Veracruz. No debe extrañar: Manila fue la capital de las Indias Orientales Españolas y durante más de 250 años la Capitanía General de Filipinas fue administrada desde la Ciudad de México, Virreinato de la Nueva España.  

Durante este tiempo, el recorrido de galeones Manila-Acapulco fue la ruta comercial más importante del mundo. Algunos analistas la consideran el principio de la globalización, pues contemplaba el intercambio de bienes entre Asia-América, y a través de Veracruz-Europa.  

Un dato interesante es que la única expedición militar mexicana al extranjero, el Escuadrón 201, participó en la liberación de Filipinas durante la Segunda Guerra Mundial y hay un monumento al escuadrón –al lado de otro a Miguel Hidalgo– en las cercanías de Intramuros, el barrio antiguo de Manila.   

Con una población de 118 millones de habitantes, de los que 80 por ciento son católicos, Filipinas es uno de los países con la edad promedio más joven de Asia. El promedio es de 25 años, mientras que en China es de 37 y en Japón 49.   

Si bien las Fuerzas Armadas filipinas lanzaron en 2013 un plan de modernización y expansión de capacidades a 15 años, los avances han sido lentos.   Enfrentan una tarea monumental al intentar competir militarmente con China, por lo que han tenido que recurrir a múltiples innovaciones.

Particularmente, en el Mar de las Filipinas, hace 25 años la Armada decidió deliberadamente encallar un buque de guerra obsoleto, la BRP Sierra Madre, en un banco de arena dentro de la zona de disputa con China. Desde entonces, lo mantiene como una pequeña base militar avanzada. La mayoría de las tensiones recientes han sido alrededor de evitar que la armada filipina pueda avituallar su modesta presencia.

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO

DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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