COLUMNA INVITADA

Julian Assange y como casi siempre

Estados Unidos reclama a Assange para juzgarlo por 18 delitos de espionaje e intrusión informática

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Como casi siempre, las personas honestas están tras las rejas y los delincuentes libres. 

En 2010, cuando WikiLeaks sacudió al planeta haciendo público un diluvio de documentos clasificados, entre los líderes que opinaron, Fidel Castro dijo: “Julian Assange puso a los Estados Unidos moralmente de rodillas y dejó al desnudo una diplomacia que parecía intocable”. 

Rafael Correa, presidente de Ecuador, concedió asilo a Assange en su embajada londinense, y Julian permaneció allí hasta 2019. 

Estados Unidos reclama a
Assange para juzgarlo por 18 delitos de espionaje e intrusión informática, tras las publicaciones, en 2010 y 2011, de información calificada como secreta. Con esas publicaciones el mundo conoció, entre otros, las violaciones a los derechos humanos cometidas por tropas estadounidenses en las guerras de Irak y Afganistán. 

Por los delitos que se le imputan, Assange podría recibir una pena de 175 años de prisión.

Recientemente, durante las audiencias de apelación ante el Tribunal Superior en Londres, los abogados de Assange solicitaron que se les permita presentar un nuevo recurso. Éste sería el último que les quedaría para evitar la extradición ordenada el 6 de junio de 2023 por un juez británico. Si el tribunal no lo habilita, sus abogados apelarán al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, porque entienden que Assange corre el riesgo de sufrir una “flagrante denegación de justicia”.

Por parte de la fiscalía que oye los intereses de Estados Unidos, se argumenta que, la difusión de información secreta puso en peligro la vida de miles de informantes; pero lo tramposo del argumento es que descansa en hechos de espionaje, y si Estados Unidos logra procesar a Assange por publicar información sobre sus crímenes de guerra, en realidad, se estarán destruyendo las garantías de libertad de prensa y el daño se extenderá más allá de las fronteras estadounidenses, ya que Assange no es ciudadano americano y WikiLeaks no tiene su sede en ese país, pero no importa, porque el Gobierno estadounidense afirma su derecho para arrestar a cualquier periodista en cualquier parte del mundo y llevarlo ante sus cortes, enjuiciarlo y confinarlo en Guantánamo. 

De tener éxito, se obtendrá una victoria no sólo contra Assange, sino también contra la libertad de prensa mundial.

En su histórica carta al mundo, Julian Assange cerró con la siguiente frase: 

“En su histórico fallo en el caso de los Papeles del Pentágono (Vietnam Relations), la Corte Suprema de Estados Unidos dijo que sólo una prensa libre y sin restricciones puede denunciar de manera eficaz los engaños del gobierno. 

“La tormenta que gira alrededor de WikiLeaks hoy refuerza la necesidad de defender el derecho de todos los medios de comunicación a revelar la verdad”. 

Al final, y también como casi siempre, es más económico matar al mensajero y olvidar el mensaje. 

POR: DIEGO LATORRE LÓPEZ

@DIEGOLGPN

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