LA ENCERRONA

El riesgo es la democracia

“Sería la primera vez que en un país existe un partido único en un sistema plenamente democrático” Nayib Bukele

OPINIÓN

·
Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En los comicios de El Salvador las encuestas no fallaron…como tampoco se han equivocado en elecciones de Putin en Rusia, de Chávez en Venezuela, de Aliyev en Azerbaiyán ni tampoco en los pronósticos de Kasim-Yomart en Kazajistán, pues en estas naciones “democráticas” también se ha ganado con más del 80 por ciento tal y como lo hizo Bukele (87 %), quien salió eufórico a comunicar su victoria -antes de conocer los resultados oficiales- el pasado domingo, momento en el cual también aseveró que, “como mínimo”, la Asamblea Legislativa contará con 58 de 60 diputados de su partido, Nuevas Ideas.

Por supuesto que las casas encuestadoras no podían equivocarse, puesto que una máxima de la democracia representativa, en su vertiente de sufragio efectivo, es que “las reglas deben otorgar certeza y los resultados incertidumbre”, cosa que no sucede en El Salvador de Bukele, país donde desde 1983 no permitía reelección en periodo consecutivo y que el actual presidente, a través de la Sala de lo Constitucional (jueces elegidos por la Asamblea Legislativa, mayoritariamente copartidarios de NI), otorgaron una licencia de 6 meses para que Nayib Bukele pudiera presentarse a estas elecciones. Entonces, ni certidumbre en las reglas ni dudas previas en los resultados.

Con todo esto y tal como lo revela el Latinobarómetro desde hace años, las y los ciudadanos de nuestra región prefieren una mayor seguridad o mejor economía antes que a una nación con democracias consolidadas. Esa es la apuesta de Nayib Bukele que desde que llegó a la Casa Presidencial en 2019 ha implementado un gobierno de mano dura en contra de los pandilleros salvadoreños.

Esta serie de medidas le ha hecho ser ejemplo de otros mandatarios de la región como Milei en Argentina o Noboa en Ecuador, quienes quieren emular sus prisiones y el estado de excepción para acabar con la inseguridad. Esto, claro, pasando por alto cualquier atisbo de protección de los derechos humanos.

Bukele también es conocido a nivel mundial, no solo por pertenecer al grupo etario millennials (42), por querer parecer siempre súper cool, con gafas oscuras y gorra volteada, sino porque fue el primer presidente en implementar las criptomonedas como dinero corriente oficial (aunque sin penetración real en la ciudadanía) y se acerca a consolidar su sueño de que El Salvador sea la primer nación en el orbe que sea totalmente Bitcoin.

Sin embargo, las y los salvadoreños que, además de las manifestaciones en contra de las miles de aprehensiones ilegales y nulo respeto por los derechos humanos, saben que el tema económico es la deuda existente por parte de Bukele.

Así, el mandato y reelección de Nayib Bukele en El Salvador nos tienen que dejar con varias lecciones para nuestro país. Que está bien estudiado que la democracia en el siglo XXI se colapsa desde las urnas y no necesariamente con las armas; que desde Palacio Nacional, personajes megalómanos pueden socavar a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial haciendo creer que es por “el bien del pueblo”. También que la seguridad ciudadana es deseable, pero con su precio justo y nunca a costa de los derechos humanos y la legalidad. Veremos qué sucede con Bukele en otros 5 años de mandato, donde el riesgo verdadero es acabar por completo con el estado de derecho y con la democracia.

POR ADRIANA SARUR

COLABORADORA

ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM   

MAAZ