En un mundo donde cada vez domina más la moda rápida y las tendencias fugaces, la colección artesanal que entregó el desaparecido diseñador John Galliano, a principios de este año, aterriza como una bomba de elegancia y artesanía atemporal.
Las firmas centran sus prioridades en la sustentabilidad, por supuesto no es que este mal, y algunas rascan por esa necesidad de autenticidad, pero un aire de frescura, que ha sido bautizado como un “momento histórico”, es la última oferta de Galliano que destacó no solo por su exquisito diseño sino también por su celebración hacia las técnicas y el patrimonio de la artesanía.
En el centro, dentro del mero corazón de la colección de Galliano, se nota un profundo aprecio por el arte y la habilidad que es justo lo que define la alta costura. En una etapa en la que a la producción en masa se le da más importancia que a la individualidad, el compromiso del diseñador por preservar y promover la artesanía tradicional nos dio un suspiro refrescante e inspirador.
Cada pieza de la colección es un testimonio de la meticulosa atención al detalle y las innumerables horas de trabajo manual invertidas por expertos artesanos. Y el maquillaje estuvo a la altura, a tal grado que nunca lo olvidaremos.
Nadie fue indiferente al desfile de la última colección de Maison Margiela, quedamos cautivados y con la boca abierta, cada look sobresalía del anterior, por su belleza, creatividad y opulencia. Como salida de una escena misteriosa recorrieron la pasarela suntuosos vestidos de seda adornados con intrincados bordados, pero también trajes impecablemente confeccionados con las mejores telas, cada prenda brillaba con una sensación de lujo y sofisticación. Pero más allá de su atractivo estético, cada pieza contaba una historia de herencia, cultura y el encanto atemporal de la alta costura.
Lo que distingue a la colección artesanal de Galliano es su capacidad de combinar, a la perfección, tradición e innovación. Se basa en siluetas y técnicas clásicas, pero por otro lado, también incorpora elementos modernos y giros inesperados, dándole un toque contemporáneo. Es esta fusión de lo antiguo y lo nuevo lo que hace que sus diseños sean tan atractivos, atrayendo tanto a los tradicionalistas como a los vanguardistas por igual.
Su ya icónica colección es más que una simple muestra de moda exquisita; es una celebración a la creatividad y la elegancia atemporal. En una industria que muchas veces prioriza la cantidad sobre la calidad, Galliano nos recuerda el valor perdurable de las técnicas y la importancia de preservar el enorme patrimonio de la moda.
Y como resurgido de las cenizas, el diseñador nos ha dejado otro momentazo el pasado domingo en la entrega de los Grammy. En la alfombra roja hay momentos que cautivan, sorprenden y provocan conversaciones, se vuelven virales pues, y que se extienden mucho más allá de la televisión. La colaboración de Maison Margiela con Miley Cyrus fue precisamente uno de esos logros. Al pisar la alfombra roja vestida con una creación nunca antes vista y mega vanguardista, Galliano nos volvió a dejar con la boca abierta. Que además combinó a la perfección su personalidad mega fresca con los diseños innovadores de la firma.
Bajo la dirección creativa de John Galliano, Maison Margiela ha superado sus propios límites, desafiando las normas convencionales de la moda. La colaboración con Cyrus fue un testimonio de esta nueva etapa, donde la moda trascendió a la mera ropa para convertirse en un medio de autoexpresión. El enfoque visionario del diseño de Galliano combinado con el espíritu intrépido de Cyrus dio como resultado un vestido inigualable, tan atrevido como fascinante. Por cierto, fue realizado con 14 mil imperdibles dorados y se necesitaron de más de 675 horas de meticuloso trabajo a mano. Una obra de arte.
POR BEGOÑA COSÍO
COLABORADORA
@BEGOCOSIO
MAAZ