LA ENCERRONA

De relleno, de trampa y de mucho peligro

“Esto es para cuando vuelvan los reaccionarios les sea más difícil echar atrás lo logrado”. López Obrador

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Esta semana dio inicio con el aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, Carta Magna que rige la legalidad, institucionalidad y democracia de todas y todos los mexicanos. Marco inmejorable para el presidente López Obrador, quien gusta de estos simbolismos para dar anuncios importantes (al menos para él y los suyos) a toda la nación y, de paso, ser el protagonista de su propia historia, de colocarse en la grandilocuencia de la trascendencia y repetir hasta el cansancio la “culpabilidad manifiesta” de los neoliberales, conservadores y neo porfiristas.

Así, en la soledad de Palacio Nacional el Presidente presentó su mega paquete de iniciativas de reformas: reconocimiento a pueblos indígenas; pensión universal a adultos mayores y personas con discapacidad; becas a estudiantes de bajos recursos; atención universal médica integral y gratuita; garantizar vivienda a trabajadores; prohibir “fracking” y maltrato animal; no concesiones a mineras; respeto al agua; prohibir vapeadores y fentanilo; salario mínimo por arriba de la inflación; reformar pensiones y crear fondo semilla; derecho a la educación y al trabajo; garantías de insumos y salario a trabajadores del campo; trenes de pasajeros e internet gratuito; reforma electoral, austeridad, eliminar congresistas plurinominales; elección popular de jueces y magistrados; la GN militar; nadie tendrá un salario mayor que el presidente; extinguir los OPAs.

Ahora bien, entre tantas reformas habrá que hacer un trabajo de categorización: las de relleno, puesto que ya se contempla en la Constitución (“fracking”, protección animal, garantizar educación, reconocimiento a pueblos indígenas, etc.); las de trampa (sistema de pensiones, salario mínimo, trenes de pasajeros, programas sociales, etc.) y las altamente peligrosas (extinción de órganos públicos autónomos, militarizar aún más al país, eliminar diputados y senadores por la vía de representación proporcional, voto popular a jueces y magistrados). Y algún otro incongruente, como meter en la misma canasta a los vapeadores y drogas químicas como el fentanilo.

De “las de relleno” no hay nada qué decir, vayamos a las reformas que denomino las reformas de trampa. Estas son las que desatan el debate si estas reformas son una intromisión a la contienda electoral o bien, le dan la plataforma electoral a Claudia Sheinbaum, pues al ser tan populares las convierten en un nudo gordiano para la oposición: de oponerse son unos traidores al pueblo; de aprobarlas, son unos esquiroles del partido en el poder.

Los partidos que conforman el Frente tendrán que ser astutos para no caer en la trampa del presidente y poder caer parados a la par durante campañas y sesiones legislativas. También veremos de qué lado está Movimiento Ciudadano.

Respecto a “las reformas altamente peligrosas”, sí tenemos que ser muy cautelosos. Más poder a la milicia, ahora con la Guardia Nacional bajo su mando puede ser terrible para las libertades del país. La eliminación de “pluris” en una democracia como la nuestra podría ser el retorno al México del partido único y qué decir de la extinción de los organismos públicos autónomos (problema al que dediqué una columna).

Referente al voto popular en la elección de jueces y magistrados, el Presidente abre una falsa puerta que costará mucho a la ciudadanía mexicana, podríamos tener perfiles muy peligrosos al frente de la justicia mexicana (más de lo que se da ahora). Si pudiera englobarse en un solo enunciado sería: López Obrador quiere acabar con todos los contrapesos. Él está en el ocaso de su administración, pero los y las que sucedan al tabasqueño será muy apetecible seguir en el mismo derrotero. 

POR ADRIANA SARUR

COLABORADORA

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