COLUMNA INVITADA

El discurso de la incapacidad vs. el discurso del miedo

No ha existido en ninguno de los bandos una introspección seria que les permita corregir y aprender de los errores

OPINIÓN

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Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A sólo cuatro meses de la próxima elección presidencial y a unas cuantas semanas de iniciar formalmente las campañas, una gran cantidad de ciudadanos tenemos muy pocas expectativas de lo que va a ocurrir.

Todo parece indicar que los siguientes meses sólo serán la continuación de lo visto hasta ahora: una confrontación sin normas, donde no existen las ideas profundas ni las propuestas serias para mejorar el rumbo del país.

Eso ha sido hasta ahora la muy temprana lucha por la sucesión presidencial, la cual iniciará legalmente el próximo primero de marzo, pero en realidad, son años los que lleva gestándose en perjuicio de los mexicanos.

Al muy poco tiempo de haber iniciado este sexenio, los proyectos antagónicos de la 4T y del bloque opositor desplegaron sus estrategias para encumbrarse como los salvadores de la patria, en realidad buscan lo mismo: obtener el poder a toda costa.

No ha existido en ninguno de los bandos una introspección seria que les permita corregir y aprender de los errores cometidos, todos sus esfuerzos están enfocados en tratar de demostrar la culpabilidad de su adversario.

Ante la falta de capacidad de autocrítica que priorice los intereses nacionales, los electores estamos atrapados entre la pobreza discursiva de dos opciones políticas que sólo pueden ofrecer narrativas mediocres.

A pesar de los golpes de realidad, la 4T está empecinada en seguir ofreciendo a los electores el mismo discurso sin sentido: todo está mejor desde que llegaron y sigue estando tan mal por culpa del pasado. No puede existir en la dialéctica una contradicción mayor, es imposible que las cosas marchen bien, si se necesita culpar a los demás por la falta de resultados. Es inverosímil que un discurso tan mediocre siga recibiendo tanto apoyo popular. 

Ante la evidente incapacidad para solucionar los problemas nacionales, los integrantes de la 4T han optado por crear una realidad alterna que sólo puede mantenerse en la retórica; quieren hacernos creer que México es un mejor país desde su llegada. Torcerán la verdad para adaptarla a sus intereses, ese es su principal talento y lo usarán al máximo en la próxima elección; su facilidad para convertir el discurso de la incapacidad en algo redituable.

En el bloque opositor las cosas no son muy distintas, su alianza les garantiza estructuras, pero también les acarrea desprestigio, tienen que cargar con los errores de todos sus integrantes. A la candidata opositora lo que más le pesa es el pasado priista, está amarrada de manos para criticar lo que no se hizo bien antes de la llegada de la 4T, además, al ser tan conocidos sus compañeros de proyecto, será difícil que alguien crea sus promesas.

Por eso decidieron no desgastarse en formular propuestas, en su lugar, recurren a una vieja estrategia que ya les ha dado resultados; jugar con el miedo de los votantes. Si bien es cierto que no faltan argumentos para criticar a la 4T, también lo es que aún estamos lejos de ser Venezuela, muchas de las predicciones opositoras son exageradas y lo único que buscan es generar una reacción contra el gobierno para capitalizarla a su favor.

Si las cosas no se modifican sustancialmente, así será de chiquita la próxima elección presidencial; carente de propuestas viables, pero con muchos ataques y verdades a medias.

Por el momento es lo que hay, sólo podemos elegir entre el discurso de la incapacidad y el discurso del miedo.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR

COLABORADOR

@HSERRANOAZAMAR

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