El Reporte de Seguridad 2024, preparado por un grupo multidisciplinario de expertos, para la Conferencia de Múnich, que tuvo lugar hace unos días, advierte sobre los riesgos derivados de las crecientes tensiones geopolíticas y preocupaciones económicas de la actual coyuntura.
En medio de estas circunstancias se reunieron cerca de mil autoridades y líderes de opinión de 109 países, incluyendo 45 Jefes de Estado o de gobierno.
La Conferencia proporcionó una gran plataforma para desentrañar las complejidades del panorama geopolítico. Desde las cambiantes dinámicas de poder hasta los desafíos de la era digital y del cambio climático, pasando por la actual crisis global, marcada por varias conflagraciones bélicas que han causado enormes sufrimientos humanos.
Asimismo, el ciberespacio se ha vuelto uno de los escenarios más disputados por las potencias. En consecuencia, la Conferencia de Múnich también abordó varios desafíos planteados por el rápido desarrollo de la tecnología en la era digital.
La ciberseguridad fue un tema central del debate, lo que refleja la creciente interconexión de las naciones y la vulnerabilidad de la infraestructura crítica a las amenazas cibernéticas. En este contexto, se discutieron los desafíos de la ciberseguridad, incluido el aumento de las tácticas de guerra híbrida.
La reunión enfatizó la urgente necesidad de desarrollar normas y acuerdos internacionales para regular el comportamiento de los Estados en el ciberespacio, con un enfoque en la prevención de ciberataques y la protección de infraestructuras críticas.
Además, un tema clave fue el impacto de las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial (IA) y la biotecnología, en la seguridad global.
Los delegados discutieron la necesidad de encontrar un equilibrio entre el uso de la innovación para promover el progreso y la mitigación de riesgos potenciales para la seguridad internacional.
El progreso tecnológico, que se ha vuelto un motor fundamental de la economía global, es un campo de batalla por la supremacía digital. EU, China y otros están instrumentalizando acciones para dominar tecnologías estratégicas como los semiconductores y la IA.
Bajo el paraguas de la reunión de Múnich hubo un evento paralelo en la misma ciudad: la Conferencia de Ciberseguridad 2024, que reunió expertos provenientes de todo el mundo.
En los debates hubo coincidencia en que durante la última década, los ciberataques y sus consecuencias han empeorado, en lugar de mejorar.
Otra conclusión interesante fue que la conexión entre geopolítica y ciberseguridad se está intensificando rápidamente. Esta dinámica –ya sea con Rusia, China, Irán, Corea del Norte u otros– hace que sea aún más difícil para las empresas comprender las amenazas a las que se enfrentan y cómo defenderse de ellas.
Esta acelerada rivalidad y competencia tecnológica está fragmentando el ciberespacio e incrementando los riesgos de seguridad en todo el mundo. Una de las consecuencias de este escenario se traduce en una disrupción de las cadenas de suministro, sobre todo, en el ámbito de los semiconductores.
POR CARLOS DE ICAZA
EMBAJADOR EMÉRITO Y EXSUBSECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES
EEZ