COLUMNA INVITADA

Presentes y futuros de América Latina

Ciudadanos dejan de confiar cada vez más en sus gobiernos, debido a políticas públicas deficientes y menores tasas de crecimiento

OPINIÓN

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Alejandro Pescador / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Cortesía

Al abordar aspectos de la realidad latinoamericana y sus retos, los participantes en un conversatorio organizado por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), coincidieron en su preocupación por las incertidumbres políticas,  económicas y de seguridad regionales. 

Así se coincidió en que cada país tiene especificidades propias y a la vez rasgos comunes prevalentes en la zona. Desde el punto de vista económico, por ejemplo, la recesión de 2008 tuvo repercusiones negativas en la región y a nivel global. En los años siguientes, los países latinoamericanos aplicaron estrategias a partir de sus potenciales económicos para superar la crisis. 

Por su tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, México pudo fortalecer su posición como país exportador de manufacturas y bienes intermedios. 

Otras naciones, exportadoras de materias primas, sortearon la crisis por su comercio con la República Popular China, la cual superó, en parte, la crisis financiera de 2008 a través de inversiones masivas en el desarrollo de infraestructura. 

Brasil, por su parte, parecía encaminarse por fin a ser un país desarrollado, como lo predecía la revista The Economist en su número del 12 de noviembre de 2009, con la carátula Brazil takes off (Brasil despega). Pero en su número del 27 de septiembre de 2013, la revista revertía su pronóstico, con el título, Has Brazil blown it? (¿Se equivocó Brasil?).  

En el ámbito político, se advirtieron varios síntomas preocupantes en países latinoamericanos donde operan sistemas democráticos así sean imperfectos. 

La clase media pareciera desinteresarse cada vez más por la política, lo cual genera incertidumbre de diverso grado, según la solidez de las instituciones de cada país. 

A mayor incertidumbre, mayores espacios para políticos populistas. Los ciudadanos dejan de confiar cada vez más en sus gobiernos debido a políticas públicas deficientes y una tendencia general de menores tasas de crecimiento económico dominantes ahora y en el futuro inmediato.

Con cada cambio de gobierno, sea cada cuatro o cada seis años, se rehacen todos los proyectos de desarrollo en un recurrente síndrome de Penélope, si bien se reciclan los mismos políticos: la política ha dejado de ser una vocación y se ha reducido a ser un mero trabajo bien remunerado. Por si fuera poco, en varios países de la región la judicialización de la política impide el fortalecimiento de la democracia. 

Diversas organizaciones y organismos internacionales como la OCDE, la CEPAL y otros, han insistido en políticas públicas indispensables para superar las bajas tasas de crecimiento económico en América Latina y sentar bases sólidas para un crecimiento sostenido: diversificación, innovación y una economía basada en el conocimiento. 

Sin embargo, persisten los bajos niveles de inversión gubernamental en  la economía del conocimiento.  Contrastan los países de Asia del Este como China, Corea del Sur y Japón, donde por décadas los gobiernos  han destinado consistentes presupuestos al desarrollo de la economía del conocimiento y de la educación de vanguardia. 

Los participantes en el conversatorio coincidieron en que en el panorama global se advierte una cierta desarticulación. El sistema multilateral se encuentra debilitado y en crisis. Ésta se debe en parte a que decisiones importantes se toman fuera del marco de la ONU. Washington promueve mecanismos paralelos de negociación y consulta como el G20, el G7, etc. En todo caso las dos mayores potencias de la actualidad, EU y China, no han consolidado todavía las alianzas necesarias para sus proyectos globales.

POR ALEJANDRO PESCADOR

MINISTRO DEL SERVICIO EXTERIOR EN RETIRO

MAAZ