Estamos a dos días de la celebración de la Decimotercera Conferencia Ministerial (CM13) de la Organización Mundial de Comercio que se celebrará del 26 al 29 de febrero en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos y donde asistirán ministros de 164 países del mundo para evaluar el funcionamiento del sistema multilateral de comercio y adoptar medidas sobre la futura labor de la OMC.
La Conferencia Ministerial es el órgano de adopción de decisiones más importante de la OMC. En ella están representados todos los miembros del organismo, los cuales son o países o uniones aduaneras. Por lo regular se celebran cada dos años y pueden adoptar decisiones sobre todos los asuntos comprendidos en el ámbito de cualquiera de los Acuerdos Comerciales Multilaterales.
Los resultados de estas Conferencias Ministeriales han sido clave en el impulso del comercio exterior de hoy y se han celebrado desde 1996: Singapur 1996, Ginebra 1998, Seattle 1999, Doha 2001, Cancún 2003, Hong Kong 2005, Ginebra 2009, Ginebra 2011, Bali 2013 (donde se estableció el Acuerdo de Facilitación de Libre Comercio), Nairobi 2015, Buenos Aires 2017, y Ginebra 2022 copatrocinado por Kazajstán. Así la OMC ha contribuido a transformar las relaciones económicas internacionales.
Como sabemos, el objetivo general de la Organización Mundial de Comercio es ayudar a sus miembros a utilizar el comercio como medio para elevar los niveles de vida, crear empleo y mejorar la vida de las personas. Los países miembros de este organismo representan más del 98% del comercio mundial.
La existencia de normas vinculantes que regulan el comercio mundial ha facilitado un enorme crecimiento de la actividad económica transfronteriza. “Desde 1995, el valor en dólares del comercio mundial casi se ha cuadruplicado, mientras que el volumen real del comercio mundial se ha multiplicado por 2.7, muy por encima del crecimiento experimentado en ese período por el PIB mundial, que se duplicó. Y los tipos arancelarios en promedio se han reducido casi a la mitad, del 10.5% al 6.4%”.
Como lo hemos señalado constantemente en este espacio, la OMC enfrenta varios retos que ponen en entredicho la eficacia del propio organismo. Principalmente la reforma institucional de la OMC que hizo que llegara la primera mujer a la Dirección General, la Dra. Okonjo-Iweala, con la promesa de sacarla adelante. La idea de fortalecer el multilateralismo haciéndolo más flexible y abierto; y por supuesto la reforma al mecanismo de solución de controversias, ya que desde que Trump era presidente de Estados Unidos, las funciones del Órgano de Apelación se han visto afectadas por la falta de selección de sus miembros, limitando la posibilidad de apelación de las disputas.
También en esta Decimotercera Conferencia Ministerial el comercio electrónico tendrá un papel protagónico por lo que significa en la economía actual, el tema que ha polarizado las discusiones y negociaciones es la decisión de continuar la moratoria provisional sobre la imposición de derechos de aduana a las transmisiones electrónicas o no. Veremos qué sucede al respecto.
Tendremos que estar pendientes del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) a fin de combatir de manera más eficiente el fenómeno global de la piratería.
Por último, Se espera que la OMC genere un protocolo de respuesta ante futuras pandemias y aspectos que puedan entorpecer o detener el comercio global y las cadenas de valor.
Obviamente las expectativas que se han creado alrededor de esta Conferencia Ministerial son muchas y de su éxito depende también el de la comunidad internacional que atraviesa por momentos complejos alimentados de conflictos bélicos, geopolíticos y económicos importantes.
POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@IGNAQUIZ
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