LA NAO DE CHINA

Japón, el número 4: implicación para México

La ventaja es notable y la respuesta es lenta, más cuando la toma de decisiones tanto empresarial como gubernamental nipón siguen su lógica

OPINIÓN

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Adolfo Laborde / La Nao de China / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Alemania ha superado a Japón en términos de su Producto Interno Bruto y lo ha desplazado al cuarto lugar en la lista de las economías más grandes del mundo. La respuesta de Tokio a ello ha sido un cambio notable en su diplomacia pública y económica. 

El resultado de esta nueva forma de diplomacia económica fue precisamente la noticia de la inversión de alrededor de 20 mil millones de dólares de la empresa taiwanesa TSMC, productora de microprocesadores, en la ciudad de Kumamoto, Japón, que estará lista para 2027.

Esta inversión fue promovida por el grupo JASM (Japan Advanced Semiconductor Manufacturing Inc.), integrado por las empresas Denso, Sony y Toyota, y en donde el gobierno japonés participará con apoyo financiero. Cabe mencionar que la Isla de Kyushu, donde está Kumamoto, desarrolla hace años un programa de innovación y emprendimiento considerado como uno de los más avanzados del país. Además, el Ministerio de Economía e Industria de ese país (METI) inició un programa de apoyo financiero a industrias clave que busca precisamente atraer este tipo de inversiones estratégicas.  

Las afectaciones de dicho cambio ya las podemos observar en México con la implementación y alineación de sus brazos económicos, como en el caso de  la Organización Japonesa para el Comercio Exterior (JETRO) con su programa para atraer y apoyar a empresas mexicanas para que se instalen en Japón en sectores prioritarios, entre los que destacan: la agroindustria, movilidad eléctrica, Inteligencia Artificial, automatización de procesos, robótica, Internet de las cosas, cuidado de la salud, energías limpias y construcciones inteligentes.  

Asimismo, otro grupo de la diplomacia económica japonesa, es decir, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) cambió sustancialmente su enfoque, de la cooperación técnica de proyectos modestos para alinearse a la promoción de los modelos de negocio basados en la promoción de las startup y los procesos de innovación que precisamente promueven JETRO y el METI.

La cuestión es que dicho cambio ha llegado tarde. Tanto Corea del Sur como China, han emprendido una diplomacia pública y económica agresiva y con más presupuesto que ha dado como resultado la presencia de más inversiones de esos países y por ende, de un mayor consumo de sus productos en territorio nacional. Los autos chinos y coreanos que se ven todos los días en las calles y carreteras mexicanas así lo demuestran.

La ventaja es notable y la respuesta es lenta, más aún cuando el proceso de toma de decisiones tanto empresarial como gubernamental nipón siguen su propia lógica. Esta desventaja la aprovechan otros países que ven a México como destino de inversión y de relocalización de su producción. En la lista de los principales inversionistas en México que dio a conocer la Secretaría de Economía, Japón también aparece en el 4 lugar, tras EU, España y Canadá. Que no sea extraño, que Sudcorea, que hoy está en décimo lugar, u otro país asiático, aparezcan el año entrante entre los primeros lugares. 

POR: ADOLFO LABORDE

COLABORADOR

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