COLUMNA INVITADA

Cosas veredes. ¿Queremos ser mejores o no?

Se han manifestado algunas quejas en relación con medidas que, desde el Estado de México, dan esperanza en torno a la posibilidad de transformar para bien la impartición de justicia en nuestro país, tan urgido de ello

OPINIÓN

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Rafael Estrada Michel / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Se han manifestado algunas quejas en relación con medidas que, desde el Estado de México, dan esperanza en torno a la posibilidad de transformar para bien la impartición de justicia en nuestro país, tan urgido de ello.

Vistas las cosas sin indebido apasionamiento, puede apreciarse que el Tribunal Superior mexiquense ha encauzado un proceso beneficioso que abarca desde la estructura orgánica hasta la capacitación de los operadores jurídicos. Por ejemplo, se ha implementado un novedoso curso tendente a la certificación para los abogados que litigan en la entidad.

El propio Tribunal imparte, con los mejores perfiles docentes, un curso de alta especialidad. La capacitación continua es un imperativo en un Estado que ha reformado la Ley Orgánica del Poder Judicial para establecer, por ejemplo, un audaz mecanismo para la formación de jurisprudencia, que incluye novedades muy interesantes como el llamado “precedente por consideración”, que faculta a los abogados a señalar al juzgador la existencia de un criterio análogo dictado por algún otro órgano jurisdiccional.

Otro cambio importante es la reestructuración del rol del actuario, que ahora está bajo una central que garantiza imparcialidad en los emplazamientos y notificaciones. Esto ha agilizado los procesos y ha brindado mayor certeza jurídica a los litigantes serios, que no tienen que preocuparse más por mantener indebidas cercanías con funcionarios que deberían cumplir con su importante labor sin chistar.

En el Estado de México, la reciente Ley Orgánica comprende otra novedad muy útil: la administración de los juzgados en modalidad corporativa, que permite que varios órganos jurisdiccionales sean administrados por un mismo equipo de expertos gerenciales, lo que provoca que las juezas y los jueces puedan dedicar la totalidad de su tiempo a la labor judiciaria, sin preocuparse por administrar y gestionar.

El Poder Judicial del Estado de México ha demostrado valentía al implementar estas transformaciones, y ha contado con el apoyo de los otros dos Poderes y de los Colegios serios de profesionistas, como la Barra Mexicana, Colegio de Abogados. Así, resulta importante no desanimarse por las protestas infundadas. La justicia es un objetivo que debemos perseguir, pues el Estado constitucional y democrático de Derecho no puede seguir difiriéndose entre nosotros.

Apoyemos desde nuestras diversas trincheras y foros lo que se está haciendo bien, con claridad de miras y con conocimiento de causa, para que todo comience a ir mejor.

*Coordinador de la Comisión de Historia del Derecho de la BMA

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