Desde octubre del 2023, autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México y sus respectivos organismos operadores de agua, alertaron sobre la crisis de abasto de agua que enfrenta la Zona Metropolitana del Valle de México.
Derivado de una inatendida situación de fugas en la Ciudad de México, como ha señalado el especialista Manuel Perló Cohen y de la baja en el almacenamiento, sobreexplotación y extracción excesiva de agua subterránea del líquido, en la Zona Metropolitana del Valle de México, se inició el suministro por “tandeo” e incluso en algunas colonias se ha suspendido el servicio continuo por algunos días.
Como consecuencia de ello, en los últimos meses del 2023 e inicios del 2024, se han reportado diversas manifestaciones, cierre de vialidades y marchas de habitantes exigiendo que se regularice el servicio o se ofrezcan soluciones para garantizar el suministro de agua.
Esta situación se puede calificar ya como de emergencia pues se prevé que la falta de agua se agrave conforme avanza el año. El Organismo de Cuenca y Aguas del Valle de México (OCAVM) de Conagua, sostiene que la fecha en la que ya no se podrá operar y el sistema colapsaría sería el 26 de junio 2024. La recuperación comenzaría hasta el mes de septiembre en caso de presentarse lluvias que permitan recuperar la capacidad de las presas del sistema Cutzamala.
Según el reporte del Monitor de Sequía en México del SMN de la Conagua, del 31 de enero 2024, se revela que de los 2471 municipios que conforman la división geopolítica del país, 1565 presentan algún grado de sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) a nivel nacional, lo que representa el 63.3% de municipios del país.
En el caso de la Ciudad de México, se reporta que todas las alcaldías presentan algún grado de sequía, en tanto que en el Estado de México 122 municipios presentan dicha circunstancia, lo que representa el 97.6% del total de la entidad.
Ante la emergencia por falta de agua en la ZMVM, se requieren acciones urgentes para garantizar el abasto a la población y hacer efectivo el derecho humano al agua para consumo personal y doméstico. Dichas acciones requieren, recursos financieros y acciones coordinadas de la federación, estados y municipios para que, en conjunto con los consejos de cuencas y los usuarios, se acuerden medidas de emergencia.
Siendo la sequía un fenómeno natural perturbador, y viendo el impacto actual y futuro por la falta de agua, resulta urgente e inaplazable que la federación emita una Declaratoria de Desastre Natural en apego a lo establecido en la Ley General de Protección Civil.
La declaratoria permitiría tener acceso a los recursos del programa aprobado en el Ramo General 23 para ejecutar programas y proyectos para atender los daños ocasionados por fenómenos naturales perturbadores. Sin embargo, como ya se ha demostrado ante otros desastres naturales, este gobierno incurre en negligencia y ceguera voluntaria por haber desaparecido arbitrariamente el Fondo de Desastres Naturales.
Por otro lado, para apoyar la solicitud de Declaratoria de Desastre Natural, se debería solicitar a la Comisión Nacional del Agua emita un Acuerdo de Carácter General de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para el año 2024. Dicha solicitud encontraría fundamento en las facultades que le otorga la Ley de Aguas Nacionales a Conagua para que:
“En situaciones de emergencia, escasez extrema, o sobreexplotación, tomar las medidas necesarias, normalmente de carácter transitorio, las cuales cesarán en su aplicación cuando "la Comisión" así lo determine, para garantizar el abastecimiento del uso doméstico y público urbano, a través de la expedición de acuerdos de carácter general; cuando estas acciones pudieren afectar los derechos de concesionarios y asignatarios de aguas nacionales, concertar con los interesados las medidas que correspondan.
No obstante de que existen los mecanismos institucionales para responder ante la urgencia, es indispensable que este gobierno actue de manera consecuente con acciones de corto, mediano y largo plazo y que abandone las ocurrencias y conductas erráticas en una situación que debe ameritar seriedad y el máximo nivel de debida diligencia.
Las y los diputados del PAN estamos listos para gestionar los apoyos oportunos que correspondan a las familias ante este panorama tan incierto en relación a esta problemática tan riesgosa para nuestro crecimiento sustentable. Urge, abandonar las ocurrencias y la improvisación.
POR JORGE ROMERO HERRERA
Coordinador del GPPAN y presidente de la Jucopo de la Cámara de Diputados
MAAZ