El Servicio de Administración Tributaria (SAT), que encabeza Antonio Martínez Dagnino, ya puede ir identificando su siguiente gran cliente para este año, sobre todo ahora que la fiscalización ya es la estrategia número uno del gobierno.
Se trata de los desarrolladores inmobiliarios de parques industriales y las fibras inmobiliarias, que han empezado a ser vistas con lupa fiscal.
Si, debido al fenómeno de relocalización, México lograse capturar un pequeño fragmento de la base industrial instalada de China, eso implicaría un crecimiento gigante de parques industriales aquí durante estos años.
Esto ocurriría porque el tamaño de la base industrial china es colosal, por lo que una mudanza incluso pequeña de esas fábricas hacia México implicaría enormes inversiones en parques industriales acá.
Es por eso por lo que Sergio Argüelles, el presidente de la Asociación de Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), vaticinó el despliegue de una inversión hasta por mil 900 millones de dólares entre 2023 y 2024, y la construcción de 50 parques industriales durante estos meses.
Y algo similar ocurre con las Fibras, los fideicomisos de bienes raíces de la Bolsa. La directora general de la Amefibra, Josefina Moisés, señaló anteayer que las propiedades administradas bajo ese esquema ya alcanzaron un total de dos mil, mientras que su valor ha llegado a 800 mil millones de pesos, reflejando un aumento bianual de 22 por ciento en valor y 20 por ciento en área rentable entre 2021 y 2023.
Otro signo es la intención de Fibra Prologis de adquirir Terrafina, lo que arrojaría al competidor más grande, con 8 por ciento del sector inmobiliario industrial, de acuerdo con la plataforma Datoz citada al respecto.
El valor de Terrafina fue situado en más de 32 mil millones de pesos, y tendría como intención colocarse incluso encima de Fibra Next, el otro competidor que no logró salir a la bolsa hace pocos meses.
Fueron temas fiscales (es decir, el SAT) lo que detuvo a Fibra Uno de colocar a su subsidiaria Fibra Next en el mercado bursátil. Pero ese caso ya encendió los focos rojos del sector, porque los desarrolladores y gestores inmobiliarios ya detectaron la estrategia del SAT, que implicará una constante fiscalización de todo lo que huela a desarrollo de parques industriales y a gestión de este tipo de activos. Era de esperarse: el nearshoring no aparecería como premio únicamente para el sector empresarial. El gobierno también quiere su gran tajada.
CLUB AMÉRICA EN LA BMV
Gran debut accionario del Club América ayer en la Bolsa Mexicana de Valores. Tras el campanazo de Emilio Azcárraga los títulos de Grupo Ollamani (así la bautizaron) se revaloraron fuertemente. Quizá esta pueda ser la semilla del reinicio y reposicionamiento del mercado de capitales en el país. Ojalá.
POR: CARLOS MOTA
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