LA ENCERRONA

Cuidar la democracia

Proteger nuestras instituciones y exigir al gobierno que las respete es un deber social

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“La democracia no nos cayó de lo alto, es el resultado de muchas luchas de los ciudadanos” Lorenzo Córdova.

La democracia es el sistema de gobierno, implementado en casi todo el mundo, capaz de dotar a la ciudadanía de derechos y libertades, mediante el sufragio efectivo la ciudadanía tiene el poder de premiar o castigar a las personas que lideran en cada entidad, dentro del marco de la gobernabilidad, la participación ciudadana y la paz.

Sin embargo, en algunas latitudes y en tiempo recientes, a este régimen se le nota que sufre de un desgaste inherente al tiempo y, que la ciudadanía ya se emociona muy poco con “la fiesta” democrática, esto a causa de las malas experiencias, de la desilusión hacia algunos personajes ungidos en el poder y/o por el ocaso de las organizaciones políticas por excelencia como los partidos, todo esto dentro de una época de inmediatez y efimeridad. No es casualidad que las y los jóvenes se encuentren tan insatisfechos y alejados de -lo político-.

En este sentido, en su libro “Cómo mueren las democracias”, Levitsky y Ziblatt nos indican que las democracias modernas tienden a morir de manera gradual en lugar de un golpe repentino. Identifican cuatro estrategias principales que los líderes autoritarios utilizan para erosionar las democracias desde adentro: debilitar las instituciones democráticas, negar la legitimidad de los opositores, tolerar o fomentar la violencia política y restringir el acceso justo a los recursos políticos. Estas estrategias se combinan para socavar gradualmente la democracia y abrir el camino al autoritarismo.

Es por lo anterior que lo ocurrido el domingo en todo México y algunas ciudades en el exterior (con presencia fuerte de comunidad mexicana) tiene una gran relevancia. El pueblo mexicano salió a las calles a manifestar su preocupación por el debilitamiento de la democracia.

Fue una manifestación pacífica, multitudinaria y de interés común y genuino, sus organizadores contaron a más de 700 mil asistentes (solo en el zócalo capitalino) y las autoridades locales a 90 mil, cifras disímiles que decantan en la muestra de que, sea cual sea el número, muchísimas almas se congregaron para decir: la democracia en México está en pie de lucha y queremos conservarla y fortalecerla.

Así, valores que quizá por sentirlos como algo dado, tales como la libertad o la democracia, hoy son menos apreciados que en el pasado y esto crea una esfera de gran fragilidad. En nuestros días las sociedades de algunas naciones alguna vez democráticas como Venezuela, hoy se encuentran en el abandono esperando que la democracia vuelva a ser su régimen de gobierno para que regrese la libertad y la paz.

Y es que en tan solo en el cuarto de siglo transcurrido ya sabemos que a la democracia se le puede desmontar desde dentro, con sus propias reglas y haciendo partícipe a la misma ciudadanía y las y los mexicanos no lo vamos a permitir. Lo mencionado por el único orador de la marcha, Lorenzo Córdova, es totalmente cierto, “la democracia es el resultado de muchas luchas ciudadanas” y, añadiría que, es oportuno y de vital importancia decir que la democracia tiene que ser percibido como un bien público al que tenemos que cuidar, mantener vivo y fortalecerlo todos los días. Proteger nuestras instituciones y exigir al gobierno que las respete es un deber social.

POR ADRIANA SARUR

COLABORADORA

ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM 

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