El libro "¡Gracias!" de Andrés Manuel López Obrador en sus 20 capítulos ofrece una introspección muy personal y polémica de su administración, enfocándose en sus logros, desafíos, y el legado político que espera dejar. Aborda temas de gran relevancia para México, como el caso Ayotzinapa, la relación con figuras políticas clave como Claudia Sheinbaum, y la crítica a la oposición conservadora, particularmente personajes como Claudio X.
González y la propia candidata Xóchitl Gálvez. Para quienes a pesar de la “mañanera” aún tienen ganas de escucharlo ahora por escrito, López Obrador discute su postura sobre la soberanía de países como Cuba y Venezuela frente a la intervención estadounidense, resaltando su visión de un México basado en el amor al prójimo y la justicia social.
Una versión suya, claro, de la Doctrina Estrada.
Pensemos en este libro, en diálogo con su obra anterior "A la mitad del camino", proponiéndose como un recuento detallado de su mandato con una extensión de más de 500 páginas y 20 capítulos.
López Obrador se dirige especialmente a los jóvenes, ofreciendo disculpas por la longitud del texto, pero alentando a los lectores a explorarlo a su ritmo o seleccionar los capítulos de mayor interés.
Allí donde “A la mitad del camino”, ofrecía un reflejo de sus tres primeros años como Presidente de México, articulando sus logros, desafíos, y visiones para el futuro del país aquí no duda en afirmar las herencias de la 4T.
Nos volvemos a cuestionar ahora con “¡Gracias!”, como entonces, sobre la omisión del movimiento feminista en el libro, a pesar de que este ha sido un grupo que significativamente ha retado al gobierno de López Obrador. A AMLO le gusta evitar temas que podrían desafiar directamente sus políticas o postura.
Cuando apareció su “A mitad del camino”, el periódico español El País se apresuró a opinar que el proyecto político de López Obrador era visto por muchos como materialmente inviable y que no fomentaría la construcción de una ciudadanía activa. Hacía un llamado a la acción por parte de los ciudadanos para salvaguardar una democracia precaria, pero fundamental, destacando la importancia de los movimientos sociales y el ejercicio del voto como herramientas democráticas esenciales.
Las nuevas 20 reformas nos hacen cuestionar aún más esa necesidad urgente de una sociedad civil pujante y crítica, informada. Cuando apareció ese anterior libro, los críticos subrayaron la polarización en la percepción pública de su administración y la continua discusión sobre el futuro político y social de México.
Pero volvamos a “¡Gracias!” donde, como hizo en otros momentos, particularmente en “La mafia del poder”, López Obrador denuncia la intención de Estados Unidos, durante el gobierno de Felipe Calderón, de “subordinar” al Ejército Mexicano, criticando la guerra contra el narco como pretexto para la intervención de la DEA en territorio nacional. Este fragmento refleja la perspectiva crítica del Presidente hacia las políticas de seguridad previas y su enfoque en la soberanía nacional.
"¡Gracias!" es también un documento crucial para entender la psicología de López Obrador, sus ideas recurrentes sobre el pasado y futuro de México, y su crítica a las intervenciones extranjeras. Ajusta cuentas con personajes que detesta.
El Presidente menciona figuras políticas y públicas, como Eugenio Derbez, a quien se refiere en el contexto de las encuestas y la política. López Obrador también discute el caso Ayotzinapa, señalando las complicaciones en el esclarecimiento y la detención de militares sin “pruebas suficientes”.
Además, critica fuertemente a ministros del Poder Judicial, a quienes acusa de abusar de sus cargos y mantener fideicomisos con fondos que debían regresar a la Tesorería de la Federación.
Por otro lado, describe a Xóchitl Gálvez con términos muy críticos y resalta a Claudia Sheinbaum de manera positiva, refiriéndose a ella como garantía de un futuro justo y honesto para México.
Xóchitl Gálvez por supuesto, criticó a López Obrador por mencionarla de manera negativa en su libro "¡Gracias!", sugiriendo que en lugar de escribir debería atender los problemas de violencia en el país.
Ella respondió a los comentarios del Presidente, que la describió como "ladina", "clasista" y "racista" en su obra, con un llamado a enfocarse en la seguridad y bienestar de los jóvenes. Diría que en “¡Gracias!” no hay nada que no hayamos escuchado de AMLO en estos seis años, pero el hecho de querer marcar el fin de su sexenio con un libro no deja de hacernos pensar que lo que más le interesa es dejar claro su legado, no tanto su despedida.
POR PEDRO ÁNGEL PALOU
COLABORADOR
@PEDROPALOU
EEZ