PANORAMA INTERNACIONAL ANÁHUAC

Día Cero del agua, problema global

Pero hay otro elemento: la educación y cultura ambiental. Entre más consciente sea la población de la necesidad del uso racional del agua, más probabilidades hay de que se genere un ahorro y por ende los sistemas de abastecimiento no se vean rebasados

OPINIÓN

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Mario-Duarte / Panorama Internacional Anáhuac / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Recientemente, se han publicado reportes —unos serios, otros alarmistas— que dan cuenta de que la Ciudad de México, junto con otras ciudades alrededor del mundo como Bangalore, Beijing, Ciudad del Cabo, El Cairo, Estambul, Londres, Miami, Moscú, São Paulo, Tokio, Yakarta, entre otras, alcanzarán el “Día Cero” del agua, término que se refiere al momento en el que no habrá agua suficiente para abastecer la demanda de la población.

Las razones son complejas y la limitación de espacio no permite explicarlas con profundidad, además de que cada una de las ciudades mencionadas tienen sus propias circunstancias, pero en esencia es una evidencia más del cambio climático: 2024 será uno de los años con menor precipitación pluvial en décadas en algunas de esas urbes.

El acceso al agua es un derecho humano y su falta provoca, con toda razón, el descontento de la población. Sin embargo, al menos en la Ciudad de México, hay esfuerzos que son ejemplo internacional de cómo se puede “cosechar” agua mediante mecanismos relativamente sencillos tecnológicamente, como el Sistema de Captación de Agua de Lluvias (SCALL), que ha permitido que literalmente miles de hogares de la capital se autoabastezcan (https://www.youtube.com/watch?v=AJMmIQU0KwQ&ab_channel=C40Cities).

¿Qué hacer? Además del esfuerzo político, financiero y tecnológico que una solución integral requiere en todas esas urbes, incluyendo la Ciudad de México, se debe apostar a las soluciones basadas en la naturaleza, a la infraestructura verde y, por supuesto, al combate al cambio climático, que involucra a los gobiernos nacionales y por ende a la comunidad internacional por tratarse de uno de los siete grandes problemas ambientales globales. 

Pero hay otro elemento: la educación y cultura ambiental. Entre más consciente sea la población de la necesidad del uso racional del agua, más probabilidades hay de que se genere un ahorro y por ende los sistemas de abastecimiento no se vean rebasados. Los que crecimos en los años ochenta en México recordamos la famosa campaña televisiva de “¡Ciérrale!” que invitaba al uso racional del agua. ¡Qué vigente sigue ese llamado!

Más de 80% de la población mundial habita en zonas urbanas, lo que hace imperante que las autoridades locales busquen mecanismos para solucionar el problema del abasto de agua suficiente y de calidad. La cooperación internacional, comúnmente asociada exclusivamente a gobiernos nacionales, también encuentra espacios para el intercambio de experiencias entre gobiernos locales: organismos como el C40, ICLEI, entre otros, son botón de muestra. 

Quizás el “Día Cero” no se pueda evitar en las urbes mencionadas, pero al menos sus efectos pueden disminuir considerablemente si los gobiernos locales, nacionales y la población marchan en la misma dirección.

POR MARIO DUARTE VILLARELLO

DOCTOR EN CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES, EXPERTO EN POLÍTICA AMBIENTAL INTERNACIONAL Y PROFESOR DE LA FACULTAD DE ESTUDIOS GLOBALES, @MARDUVILL, MARIO.DUARTEVI@ANAHUAC.MX

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