TRES EN RAYA

Claudia. Y del dicho al hecho, hay mucho trecho

Supongo que el mismo o los mismos que le apuestan al pueblo ignorante y desmemoriado ya que, quien orquestó el fraude de 1988, hoy ¡forma parte del gabinete morenista!

OPINIÓN

·
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Dos eventos el domingo pasado. Por un lado, una marcha en más de 120 ciudades del orbe y, por el otro, la inscripción ante el INE de la candidata de la coalición ‘Sigamos haciendo historia’, Claudia Sheinbaum. Tantos domingos en el calendario, “tantos mundos, tanto espacio y coincidir”, como diría la canción…

Y luego, encima, la candidata diciendo en su discurso: “hay que señalar la falsedad e hipocresía de aquellos que hablan o marchan por la democracia, cuando en su momento promovieron fraudes electorales, o nunca vieron la compra de votos, o se les olvidó respetar a los pueblos indígenas promoviendo la discriminación y el clasismo…”. Me apena ser tan chocante, pero debo repetirme una vez más: ¿quién, de su equipo, detesta tanto a la abanderada para hacer de su evento un recordatorio de la Marcha por la Democracia y no de las propuestas que ella presentó?

Supongo que el mismo o los mismos que le apuestan al pueblo ignorante y desmemoriado ya que, quien orquestó el fraude de 1988, hoy ¡forma parte del gabinete morenista! Él y muchos otros “honorables” personajes que antes promovieron la compra de votos, hoy habitan y trabajan en la 4t ¡haciendo exactamente eso mismo! Hablando de hipocresías…

Y precisamente dentro de las hipocresías cae el presentar como algo novedoso el que Morena implemente un blindaje para evitar nexos entre los candidatos y el crimen organizado. Este consistente en que los abanderados pasen por el filtro de la FGR y de la SSPC para verificar si tienen antecedentes penales o algo que les impida participar en las contiendas.

Spoiler: eso se hace desde hace ya muchos años y se hace mal. pésimamente mal. Para quienes piensan me equivoco, ahí les encargo preguntar si reunirse con narcos, como lo hizo la alcaldesa de Chilpancingo con Celso Ortega, el líder de “los Ardillos”, fue antes o después de pasar el filtro…

O si las pruebas de confianza que realizará la Fiscalía, comandada por el intachable Alejandro Gertz Manero, incluyen inventarles crímenes (así, tipo lo que se le hizo a Alejandra Cuevas Morán) cuando se trate de candidatos de la oposición…

O si los autogoles de dicha dependencia (como fue su comunicado donde solicita la declaración del líder de “Los Ardillos” sobre el dinero del narco que financió la campaña de AMLO en 2006, anulando con ello toda posibilidad de que se hubiera tratado de un montaje de Latinus) se traducirán en que los contendientes de Morena aseguren su candidatura en automático a pesar de sus lazos con el crimen organizado...

Solo del oficialismo estamos hablando de más de 10 mil candidaturas… ¿qué tipo de estudios les van a realizar? ¿O de lo que se trata es de armar un negocio más para enriquecer a algún proveedor afín al régimen?

En el mismo sentido, ¿cómo hablar de blindar al oficialismo del crimen organizado cuando el gobierno no ha podido evitar ni siquiera que las elecciones se tiñan de rojo (más de 16 funcionarios y precandidatos de todas las ideologías políticas asesinados en lo que va de este proceso comicial) o que la violencia campee a sus anchas en diversas regiones de la geografía nacional?

Blindar a Morena de la influencia y de los efectos del narco no debiera ser una promesa hecha a la ligera de quien se jacta de sus orígenes democráticos. Por supuesto que no.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

PAL