CONSUMMATUM EST

Hipocresía y grosero pragmatismo político

Pongamos en perspectiva el por qué una persona que se declaró sin religión alguna

OPINIÓN

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Lorena Piñón Rivera / Consummatum est / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pongamos en perspectiva el por qué una persona que se declaró sin religión alguna, decidió apuradamente buscar una foto con el Papa Francisco. Es claro que aunque las personas que profesan el catolicismo han ido disminuyendo en los últimos lustros, se trata del credo religioso más numeroso de nuestro país, o sea que en esa decisión hay una grosera falsedad y un descarado pragmatismo político con el propósito de engañar.

También ubiquemos a la persona que con soberbia desea gobernar un estado del cual no es originaria y ha sido evidente con sus muchos y variados dislates públicos, que su supuesto “amor por Veracruz” no es tal, sino pura hipocresía, porque jamás tuvo la intención de asimilarse a la cultura de la entidad, a adoptar como propias la historia y tradiciones de una entidad a la que vino a vivir más por accidente profesional que por una íntima convicción y es claro el nulo conocimiento del territorio y los problemas particulares de cada región.

La hipocresía, en términos psicológicos, se refiere a la disparidad entre lo que una persona dice y lo que realmente hace, o entre sus creencias y sus acciones. En el ámbito de la psicología y la psiquiatría, la hipocresía puede entenderse como una forma de defensa psicológica o como resultado de conflictos internos.

Existen diversas explicaciones psicológicas para la hipocresía. Una de ellas es la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, que sugiere que la hipocresía puede ser una forma de proteger el ego de amenazas externas o internas. Por ejemplo, una persona podría adoptar una postura moralmente correcta en público para evitar el rechazo social, mientras que en privado actúa de manera diferente debido a deseos o motivaciones personales que podrían ser considerados socialmente inaceptables.

En el ámbito político, la hipocresía puede manifestarse de diversas formas debido al pragmatismo político. Los políticos a menudo se enfrentan a presiones para mantener una imagen pública favorable y para obtener apoyo de diferentes grupos de interés. Esto puede llevarlos a comprometer sus principios o a adoptar posturas que no reflejan sus verdaderas creencias con el fin de alcanzar sus objetivos políticos.

Las señales de alerta para detectar la hipocresía en un político pueden incluir discrepancias entre sus discursos públicos y sus acciones privadas, cambios repentinos en sus posiciones políticas sin una justificación clara, o una falta de coherencia en su historial político.

Además, la hipocresía puede ser evidente cuando un político critica a otros por comportamientos que él mismo ha exhibido en el pasado o está exhibiendo en el presente.

Las motivaciones conductuales detrás de la hipocresía en la política pueden incluir el deseo de mantener el poder, la búsqueda de la aprobación pública, el miedo a la crítica o la pérdida de apoyo político, y la necesidad de adaptarse a las demandas cambiantes del entorno.

En última instancia, la hipocresía política puede ser vista como una estrategia perversa para sobrevivir y prosperar en el mundo político. Pero cuando la hipocresía es tan evidente, ni la falsa reverencia religiosa ni el desarraigo pueden ocultarse.

POR LORENA PIÑÓN RIVERA

DIPUTADA FEDERAL

@lorenapignon_ 

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