HIEL Y MIEL

Dunas

Calentamiento global, falta de lluvia por desafortunadas condiciones climáticas, deforestación y consumo insensato del líquido causan crisis de agua

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Aunque el problema de la sequía se agudiza en la capital y en general en el Valle de México, hay que señalar que más de la mitad de los estados de nuestro país sufrirán por falta de agua en este 2024 que se anticipa como un año extremadamente caluroso. Se trata de un problema nacional en donde la mayoría de las presas se encuentran con niveles por debajo del 40% de su capacidad. Estos son datos del “Monitor de Sequía de México” que nos alerta sobre la situación que enfrentan tanto entidades del norte como del sureste de nuestro país.

Concentrándonos en la crisis del Sistema Cutzamala, que provee más del 25% del agua para la CDMX y para varios municipios del EDOMEX, nos damos cuenta que la situación es muy grave. Esto se debe a una maligna conjunción de diversos factores: el calentamiento global, la falta de lluvia por desafortunadas condiciones climáticas, la deforestación y un consumo insensato del líquido por parte de la ciudadanía.  Hay que enfatizar también la incapacidad de las autoridades para atajar este problema desde hace más de 40 años. Como dice la Ley de Murphy: todo lo que se puede agravar, se agrava. En esas estamos.

A pesar de que nuestra ciudad capital ha moderado su crecimiento poblacional, el consumo de agua se ha incrementado y sin una política adecuada del manejo del líquido y una ciudadanía poco responsable el problema se agiganta. No estamos hablando del futuro, sino de este año; no hablamos de una crisis hídrica dentro de algunos años, ya estamos en ella.

La industria y el sector agropecuario –y esto sucede obviamente en todo el país- tienen evidentemente requerimientos hídricos importantes que hay que atender. La solución que la actual administración ha esbozado de solo ocuparse de las demandas domésticas de este líquido, no solo es a todas luces absurda, sino que llevaría a un estancamiento económico muy delicado para el país.

Muchos expertos de Naciones Unidas han mencionado que de no resolverse de fondo los problemas que hemos señalado para 2030, o cuando mucho 2040 (¡faltan muy pocos años!), será muy complicado garantizar el consumo y distribución del agua potable en varias entidades de nuestra república. Nos queda muy poco tiempo para resolver esta emergencia.

Lo que están proponiendo estos investigadores es, en primer lugar, operar ya en el día a día en la recolección de agua de lluvia, renovar los sistemas para el llenado de presas y hacer un manejo inteligente de las aguas residuales. A todo esto, hay que sumar una cultura del cuidado del agua que sería urgente promover. Ya basta de fugas desatendidas y del despilfarro que muchos hacen de este, ahora más que nunca, preciado líquido.

La novela de ciencia ficción “Dune” (1965) de Frank Herbert (llevada al cine recientemente), nos muestra un universo en donde el agua se ha vuelto un bien casi inexistente y en el que se proponen soluciones ingeniosas para recuperar y valorar a nuestro recurso más valioso y menos apreciado: el agua. Lo que se vive hoy en México no es una novela distópica, no, es una dura realidad que debemos exigir a las autoridades corregir junto con un mayor compromiso de toda la ciudadanía.

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX


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