COLUMNA INVITADA

Un Super Bowl para enmarcar

El Super Bowl LVIII fue el segundo Vince Lombardi en toda la historia en irse a tiempo extra, y fue el programa más visto en la historia de la televisión estadounidense, con 123.4 millones de espectadores

OPINIÓN

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Mariano Torres / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El domingo 11 de febrero quedará grabado como el día en que se vivió uno de los mejores Super Bowls de toda la historia. Ambas franquicias hicieron un juego por nota, siguiendo al pie de la letra los libros de cómo se tiene que jugar un partido de futbol americano, con base en la  defensiva.

El Super Bowl LVIII fue el segundo Vince Lombardi en toda la historia en irse a tiempo extra, y fue el programa más visto en la historia de la televisión estadounidense, con 123.4 millones de espectadores.

Los 49ers de San Francisco fueron en gran parte de la temporada el mejor equipo, con una defensa fuera de serie, y un ataque que era imparable. Fred Warner, Nick Bosa, Chase Young, Deebo Samuel, George Kittle, Brock Purdy y, por supuesto, Christian McCaffrey, comandaron al conjunto de La Bahía de manera fenomenal hacia los playoffs.

La realidad es que tanto en ronda divisional como en la final de la conferencia, los Packers y los Lions los pudieron haber eliminado; los tuvieron en la lona, pero los dejaron vivos, y cuando le das la oportunidad a un gigante de levantarte, te vas a arrepentir, y eso fue lo que la escuadra de Kyle Shanahan hizo para llegar al Super Tazón. Curiosamente, eso mismo le pasó, pero en contra ante Kansas City.

Los Jefes llegaron en teoría como víctimas a la instancia final de campeonato; su campaña regular no dejó un grato sabor de boca, con un plantel limitado y sin esa versatilidad que se les mostraba en años anteriores, pero tenían algo que en futbol americano es sagrado, y es la experiencia. Patrick Mahomes y Travis Kelce se echaron al equipo al hombro durante toda la temporada y, sin brillar, acudieron a la pelea por el Vince Lombardi.

En el cara a cara previo al encuentro, si uno analizaba estadísticas y jugadores, San Francisco era ampliamente superior, pero en la posición más importante del emparrillado, Mahomes tenía ventaja con diferencia sobre Purdy, y Kansas City había estado presente en tres de los últimos cuatro Super Bowls y se habían coronado en dos ocasiones. La mayoría del plantel ya estaba acostumbrado a la presión y sabían cómo manejarla.

En la primera mitad, los 49ers fueron muy superiores, pero no lo pudieron reflejar en el marcador por una defensiva de los Jefes que en los momentos importantes salían avante. Sin embargo, una jugada que cambia mucho el rumbo del partido fue cuando al final del tercer cuarto Kansas City recupera el balón por un rebote en la patada de despeje, y posteriormente hacen la anotación, y se van al frente 13-10.

Después fue un cuarto cuarto de alarido, donde las dos escuadras lo dieron todo para irse a la prórroga.

San Francisco ganó el volado y recibió el balón para hacer una serie ofensiva muy buena, pero sin poder hacer la anotación. Se tuvieron que conformar con la patada de tres puntos. Para aquellos que criticaron a Brock Purdy, mejor conocido por Mr. Irrelevant, la realidad es que deja el duelo ganado por tres puntos, pero deja a su equipo al frente.

Más tarde vino la ofensiva liderada por Pat Mahomes, que fue sensacional y la defensiva de los 49ers poco pudo hacer para evitar el cuarto Super Bowl de la franquicia de Kansas, y el tercer anillo de Mahomes y Kelce. El quarterback, egresado de Texas Tech, fue nombrado por tercera ocasión MVP del Vince Lombardi, empatando al legendario Tom Brady, quien también se llevó el galardón en tres oportunidades.

Un Super Bowl que nos deja un gran espectáculo, un capítulo memorable con un show de medio tiempo para el olvido y con la tristeza que tendremos que esperar hasta septiembre para ver nuevamente la acción en los emparrillados.

POR MARIANO TORRES

COLABORADOR

MAAZ