La precandidata presidencial Xóchitl Gálvez sabe que no hay oportunidad de ganar, los líderes de los partidos que la abanderan, Marko Cortes, Alito Moreno y Jesús Zambrano, también lo saben, su equipo de campaña lo sabe, los voceros de Twitter lo saben, en realidad, la mayoría del país lo sabe. Entonces ¿Por qué se esfuerzan en hacer que Xóchitl repunte en las encuestas?
Simple, porque de la cantidad de votos que obtenga la candidata de la alianza definirá el número de escaños y curules plurinominales que obtenga cada partido. Así, Marko Cortés, en su búsqueda de seguir viviendo del erario, se impuso como primer lugar en el listado de aspirantes para llegar al Senado por la vía plurinominal, por lo que su estancia en la sede de Paseo de la Reforma es casi un hecho. Asimismo, figuran perfiles impresentables como Ricardo Anaya, quien prácticamente lleva seis años fuera del país y Kenia López Rabadán, quien nunca ha ganado una elección.
Si bien el PRI no ha hecho oficial su lista de candidatos para ocupar lugares en el Congreso, no es difícil inferir que los primeros sitios estarán ocupados por Alito y sus allegados, a menos que, decida competir por la vía de la mayoría relativa, que según el acuerdo que tienen dado a conocer por los tres partidos, el PRI contaría con 14 lugares en la primera posición de la fórmula, incluyendo Campeche, estado natal y donde además ya fue gobernador.
En cuanto al PRD, a quien apenas toman en cuenta, probablemente incluirá a su líder nacional, Jesús Zambrano, a Jesús Ortega, al ex gobernador de Michoacán Silvano Aureoles, quien podría hacerlo de igual manera por la vía de la mayoría relativa, ya que la coalición le cedió la primera posición de la fórmula al partido amarillo en esa entidad, y al ex jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, quien buscaría la reelección o una curul en San Lázaro.
Los tres dirigentes saben que su candidata no da para más, y que la precampaña que tiene la Senadora con licencia no levanta, no tiene emoción y, lo más importante, no tiene identidad; cuando está con los azules, es provida, de derecha, defiende a los empresarios y se lanza contra el PRI; cuando esta con el tricolor, se contradice y menciona que su familia era priista a morir y que hay miembros del partido que son muy valiosos y, cuando llega a estar con los amarillos, mágicamente es de “izquierda” y formada en el marxismo-trotskismo. Eso sí, cuando está con la gente, está a favor de los programas sociales y programas que se han dado durante el sexenio actual y, recientemente, se pronunció a favor del Tren Maya.
Evidentemente los dirigentes no buscan ganar una elección y “salvar” a México, sino afianzarse una dieta otros seis años a costa del erario. ¿Qué harán con Xóchitl cuando no gane? ¿Ofrecerle algún lugar o dejarla a su suerte?
POR RENE RUEDA GONZÁLEZ
INSTAGRAM: ABRAHAM_RRG
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