LA NUEVA ANORMALIDAD

Kafka va al iteso

Signa Lab y su fundadora y directora Rossana Reguillo son una autoridad en el análisis de datos, sus simpatías y filias no están a debate; los presidenciables, sí

OPINIÓN

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Nicolás Alvarado / La Nueva Anormalidad / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Auspiciado por el ITESO –la prestigiada universidad jesuita de Jalisco–, Signa Lab es acaso el proyecto más solvente, complejo, riguroso y de frontera abocado a la recopilación, la sistematización y el análisis de datos de redes sociales en el país. Su trabajo está avalado por la probidad intelectual de su fundadora, Rossana Reguillo, curiosa proverbialmente ecuménica, socióloga cuyo compromiso con los valores ciudadanos y el pensamiento crítico (y complejo) son admirados en Guadalajara, en Jalisco, en México, en la esfera académica toda.

A lo largo de una década, Signa Lab ha analizado conversaciones en redes sociales –sus dinámicas orgánicas pero también las estrategias propagandísticas con que son infiltradas– acerca de una gran variedad de asuntos, empezando por las desapariciones forzadas que han sido objeto de interés académico y cívico de Reguillo, y que le han valido enfrentar violencias digitales ya desde tiempos de un gobierno de otro signo.

Signa Lab se ha ocupado de lo que en redes se dice de Carmen Aristegui, del #YoSoy132 o de los crímenes contra periodistas. Ha hecho la radiografía digital de la violencia política en México y de los derechos humanos en Afganistán, de la escucha de Spotify en nuestro país y del fin de la (¿primera?) era Trump. También ha evidenciado la existencia de una estrategia articulada y centralizada de desprestigio a los trabajadores de la extinta agencia informativa Notimex críticos del gobierno federal. Más importante para lo que hoy nos ocupa, ha demostrado con fundamentos sólidos a partir de análisis de datos cómo la estrategia de redes del obradorismo busca (y logra) silenciar las voces críticas 1) a partir del amedrentamiento mediante bots y trolls, y 2) a través de la conferencia de prensa matutina del presidente en tanto herramienta de saturación de los espacios periodísticos.

Los productos de comunicación de Signa Lab no son opiniones ni ideas: son datos recabados y analizados con rigor; por ello resultan reveladores, develadores, demoledores. Al ser la estrategia digital de Morena lo que es, no sorprende que el partido se oponga a que sea esta institución la encargada de filtrar las preguntas del público para el primer debate presidencial. (Y lo mismo cabría esperar del PRI, cuyo dispendio en comunicación en la administración de Alfredo del Mazo en el Estado de México fue correlacionado por Signa Lab con la cobertura digital positiva a este político.) En su descalificación, el presidente de Morena acusó a Reguillo y a Signa Lab de falta de neutralidad e imparcialidad. Pero antes dijo que “el Laboratorio está dirigido por una persona que no simpatiza”.

La simpatía como condición de la imparcialidad y aun de la neutralidad: México a seis años del proyecto obradorista… y a cien de la muerte de Franz Kafka.

POR NICOLÁS ALVARADO

COLABORADOR

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