DESDE AFUERA

La dictadura no es "cool"

Y en el marco de las dudas que deja la victoria de Bukele, la pregunta principal es hacia dónde se dirige el autodefinido "dictador más 'cool' del mundo"

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A 10 días de las elecciones generales salvadoreñas, el triunfo del presidente Nayib Bukele en las urnas es indiscutible, pero al mismo tiempo cuestionable.

Y en el marco de las dudas que deja la victoria de Bukele, la pregunta principal es hacia dónde se dirige el autodefinido "dictador más 'cool' del mundo".

Bukele ganó los comicios. Los resultados finales del cómputo confirman que Bukele obtuvo el respaldo de 82 por ciento de los votantes, pero en una elección donde la combinación de abstención y voto opositor representó poco más de la mitad del voto posible, el apoyo al proyecto del mandatario es importante, pero no parece exactamente abrumador.

El periódico digital El Faro lo ubicó en 43.48 por ciento del registro electoral, una respetable actuación. Lástima que la candidatura misma no haya sido legal, toda vez que la reelección está prohibida por la Constitución salvadoreña.
Y hubiera sido mejor sin las irregularidades que denuncia la oposición.

De acuerdo con un texto del diario digital El Faro, "tres años después de haber puesto en marcha la maquinaria, Nayib Bukele ha consumado un fraude. Tuvo que dar un golpe de estado a la Corte Suprema de Justicia, colocar a su propio fiscal y a sus magistrados, conseguir que tanto la Asamblea como la Corte validaran una reelección inconstitucional, que los magistrados del Supremo Electoral enfrentaran penas de prisión si se oponían a su candidatura, abrir un voto en el exterior sin mayores controles y asfixiar ilegalmente a la oposición".

Fuera de eso no hay mayor problema. Después de todo, Bukele se presentó a la reelección sobre una plataforma basada en sus logros en materia de seguridad. En los últimos cuatro años, El Salvador pasó de tener uno de los mayores porcentajes de asesinatos en el mundo a ser una de las naciones más seguras del planeta, gracias a una política de dureza preventiva que ha llevado al encarcelamiento de decenas de miles de personas y quejas por el nulo respeto a los derechos humanos. 

Atrás, por lo pronto, quedan versiones sobre sus negociaciones con la MS-13, una de las más temidas pandillas centroamericanas, y hasta la liberación clandestina de prominentes cabecillas.

Bukele tiene una popularidad real, pero cuanto tiempo dure esa situación dependerá en buena medida de su capacidad para entregar resultados económicos, de hacer realidad posturas anti corruptela que se rumora son más retórica que realidad, y ciertamente de mantener los actualmente elevados niveles de seguridad sin extender la represión.

La prueba de fuego inmediata está en los resultados electorales pendientes, especialmente del Congreso, donde se habla de serias irregularidades y los otrora dominantes partidos Arena y Frente Farabundo Marti, debilitados por sus propios problemas de credibilidad política, luchan por no perder relevancia.

Por lo pronto, parece evidente que Bukele busca instaurar un partido único y controlar todos los aspectos y ramas del gobierno.
Y eso no es "cool".

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                

@CARRENOJOSE

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