ESCRIBIR CON LUZ

Infotografiable

En tiempos donde todo es susceptible de ser capturado, tomar la decisión de no oprimir el obturador es el límite decisivo

OPINIÓN

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Cynthia Mileva / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En mi momento más snob de la semana, con una copa de vino en la mano y sonando de fondo My funny valentine de Chet Baker, me atrapa su frase: “…your looks are laughable, unphotographable”. Infotografiable… ¿Es posible que aún haya algo infotografia ble? El registro de lo cotidiano y su exhibición pública ¡nos ha mostrado tanto!, del postre en la mesa, la gracia del perrijo, la familia, la vacación, el cuerpo, el paisaje, lo íntimo, lo bélico, lo irrepetible.

Luego, toda la sagacidad de la tecnología al servicio de la cámara, en registros especializados como el científico completa nuestro álbum mental. 

Conocemos a través de imágenes fotográficas lo microscópico de una diatomea, el interior de un cuerpo vivo y la descomposición de uno muerto. El planeta y el espacio exterior, la vida submarina o incluso bastante más allá de lo que nuestros ojos pueden permitirse como el caso de la fotografía criminalística, cuando utiliza estrategias de iluminación de rangos fuera del espectro visual humano y revela una huella, una mancha, una lesión. 

Y aunque pueda argumentarse que lo que falta en estos ejemplos es tocar los límites; es decir, no solo fotografiar parcialmente ecosistemas submarinos sino lo más profundo de estos, los confines a donde ya no llegan los haces de luz, creo que es solo cuestión de tiempo. Al lado izquierdo del límite técnico pienso en el sentido de la imposibilidad como límite decisivo.

Personal. Ese momento -al contrario del positivo Cartier-Bressoniano que acecha el momento decisivo para atraparlo- de elegir no sacar la cámara del bolso. 

Esa pequeña batalla de aperturas entre la pupila y el obturador, donde gana la experiencia -la otra que no es la de empujar el botón-. La renuncia voluntaria de no capturar la imagen del rockstar en el escenario y abandonarse al concierto, cerrar los ojos y hacer de ese momento algo infotografiable.  

POR CYNTHIA MILEVA 

CYNTHIA.MILEVA@HOTMAIL.COM 

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