DES... PROPÓSITOS

Biden, ¿de regreso?

Inicia el año y la carrera por la presidencia de EU empieza a tomar fuerza

OPINIÓN

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Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Inicia el año y la carrera por la presidencia de EU empieza a tomar fuerza. Por un lado, se encumbra al expresidente Donald Trump (77) quien no cesa en su empeño por regresar a la Casa Blanca después de haber sido derrotado para un segundo periodo por Joe Biden y, por el otro, el propio Biden (81), a quien sus críticos denostan por una supuesta tibieza, pero que ha demostrado, sin grandes aspavientos, gran capacidad en el manejo de un país que a la fecha se mantiene al frente de las lides de la política internacional. 

Trump ha sido un hombre de negocios errático que en algunos momentos de su vida ha saboreado los gozos del triunfo y en otros la acidez de la derrota, como lo fue por ejemplo su experiencia en la emblemática ciudad turística de Atlantic City (Nueva Jersey), donde fundó casinos que, con el tiempo, resultaron en grandes pérdidas de las que se dice fue salvado por el financiamiento ruso. 

Como político y funcionario público, su carrera formal inició en 2015, cuando anunció oficialmente que buscaría la candidatura presidencial republicana, que ganó sobre 17 adversarios. Con el slogan de “Make America Great Again” (Hacer grandes de nuevo a EU), Trump venció a la demócrata Hillary Clinton y accedió a la presidencia a los 70 años.

Su gobierno destacó por el combate sin tregua a la inmigración, la ampliación del muro fronterizo con México y su mal manejo de la pandemia del COVID-19. Durante ese cuatrienio, EU registró la tasa de desempleo más alta desde la Gran Depresión de la década de los años 30 del siglo pasado. 

En el ámbito internacional enarboló un mensaje de “America First”, una política populista con un énfasis nacionalista que lo llevó a retirar su país de las negociaciones comerciales del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y del Acuerdo de París Sobre Cambio Climático, así como a alejarse de los siempre aliados norteamericanos, los países europeos, y, por supuesto, a minimizar su apoyo a la OTAN. 

Biden, por su parte, tiene una amplia carrera política, habiéndose destacado como senador por 36 años y vicepresidente de EU de 2009 al 2017. Posee, por tanto, una gran experiencia como hombre de gobierno, así como en el desarrollo de las relaciones internacionales, en las que por mucho tiempo ha tratado con los principales lideres del mundo. 

Pero Biden es criticado por los republicanos y, en particular, por Trump, por su liviandad ante los problemas de inmigración, por ser un gobierno belicista dado su firme apoyo a Ucrania, y, sobre todo, por su edad, que sus opositores creen lo hace incapaz de llevar adelante un segundo periodo de gobierno.

Las campañas políticas de ambos partidos apenas inician. En los últimos meses la popularidad de Donald Trump se ha apuntalado sobre todo entre los grupos conservadurismo religioso con fuertes vertientes aislacionistas y racistas, y de la población blanca menos preparada.

En las últimas semanas, la popularidad de Joe Biden empieza a crecer a paso firme dados los buenos resultados que muestran los indicadores económicos de EU; su mayor inclinación hacia los reclamos populares por una mayor protección fronteriza; sus negociaciones con China para detener la exportación de precursores para la producción de fentanilo; su mayor acercamiento a la población afroamericana y otros grupos étnicos minoritarios y, hasta el posible apoyo de Taylor Swift, artista de moda entre los jóvenes norteamericanos con uno de los volúmenes de seguidores -222 millones- más altos en las redes cibernéticas.

Es obvio que el resultado de la próxima elección para presidente de EU aún está en el aire. Pero los resultados económicos, producto de la estrategia de Biden -The Made in America Tax Plan-, y sus renovadas posiciones políticas, han empezado a retumbar electoralmente. Y, a diferencia de lo que se rumoraba hace algunas semanas, hoy Biden regresa a la carrera presidencial con posibilidades de triunfo.

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA

ANALISTA POLÍTICO

MAAZ