CASCABEL AL GATO

El sector educativo en los diálogos por la transformación

El trabajo hecho por Sheinbaum en la Ciudad de México, aunado a su trayectoria como académica de la UNAM, han generado un vínculo de confianza

OPINIÓN

·
Adrián Velázquez Ramírez / Cascabel al Gato / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El domingo pasado, una organización ciudadana de docentes, científicos y científicas de todo el país expresó su interés en participar en los “diálogos por la transformación”, iniciativa de Claudia Sheinbaum con el objetivo convocar a la sociedad civil a participar en la elaboración de diagnósticos y propuestas para temas relevantes para la vida pública.   

Según se informó en las más de 50 conferencias de prensa realizadas en todo el país, la organización Ciencia y Academia reúne a más de 15 mil integrantes, representativas de comunidades educativas muy diversas. El surgimiento de esta organización es indicativo del entusiasmo que despierta Claudia Sheinbaum en este sector.  

El trabajo hecho por Sheinbaum en la Ciudad de México, aunado a su trayectoria personal como académica de la UNAM, han generado un vínculo de confianza y de expectativa respecto al lugar que puede ocupar la educación en un eventual segundo gobierno de la 4T. La participación de las comunidades educativas en el impulso de una agenda educativa, científica y tecnológica es una buena noticia para el país.

Es innegable que México no podrá alcanzar los niveles de bienestar colectivo que deseamos sin una verdadera revolución educativa. Factor de cambio e innovación, pero también punto de encuentro, de socialización y de crecimiento personal, la educación es una dimensión central de la vida en común.

Durante décadas hemos escuchado promesas respecto a cómo fortalecer la educación y la política científica del país. Pero la realidad es que durante los gobiernos neoliberales los resultados fueron más bien magros y hasta 2018 el sector evidenciaba un estancamiento que sólo es opacado por la falta de audacia e imaginación en las políticas públicas implementadas.

A partir de 2018 se evidencia un viraje: cambios sustanciales en el Conahcyt, apoyos económicos a estudiantes, la aprobación de la ley de educación superior, y de la ley general de humanidades, ciencia, tecnología e innovación y el diseño, así como implementación de la Nueva Escuela Mexicana, sacaron  del letargo al sector.

Es evidente que en este cambio de paradigma hay cosas que mejorar, huecos que llenar y que el esfuerzo presupuestal debe ser todavía mayor. Es dentro de ese marco que la figura de Claudia Sheinbaum cobra importancia para este sector. No sólo es una política progresista, sino que, al ser ella misma parte de la comunidad académica, es plenamente consciente del potencial que hay en la educación.

La tarea no será fácil. Desde cuestiones administrativas y normativas, hasta los justos reclamos salariales de los y las trabajadores de la educación, poner en movimiento al sector educativo demandará una vigorosa voluntad política. Sin embargo, el primer paso ya se ha dado: la convocatoria hecha por Sheinbaum ha hecho eco en las comunidades educativas del país.

POR ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ

@ADRIANVR7

PAL