En enero de 1959 Buddy Holly y su nueva banda de música estaban en medio de la gira "Winter Dance Party" en el centro de unos Estados Unidos gélidos con un invierno que oscilaba entre los 20° y los 36° bajo cero. En esos tiempos, las giras artísticas se hacían en autobuses con sistemas de calefacción deficientes que se descomponían a cada rato, y esta no fue la excepción para nuestros protagonistas. Además la vastedad del territorio Norteamericano y el nivel de la nieve empeoraron aún más la situación de este largo viaje con 24 conciertos programados.
La banda de Holly estaba conformada por Waylon Jennings, Tommy Allsup y Carl Bunch pero también los acompañaban los músicos The Big Bopper y Ritchie Valens entre otros, para huesear con ellos, como se le dice en el caló musical a ganarse la vida haciendo lo suyo.
Apenas un año antes Ritchie Valens se había convertido en el ídolo del momento gracias a su versión roquera de “La Bamba”, que tuvo un éxito tan inmediato como inesperado para este joven latino americano que además, había triunfado con una canción en español.
Debido al clima, a la calidad del autobús y después de que el baterista Burch fuera hospitalizado por congelación severa en los pies entre otras vicisitudes, se decidió rentar una avioneta Beechcraft 35 Bonanza de 1947 para arribar a su siguiente destino. Roger Peterson, piloto y residente local de 21 años fue el encargado del vuelo.
De tal manera, el 3 de febrero de 1959 el "Beechcraft 35 Bonanza" despegó a las 12:55 de una madrugada con unas condiciones climáticas tan adversas, que al poco rato cada uno de los tripulantes yacían muertos en medio de un campo de maíz a seis millas del aeropuerto.
El impacto fue brutal y contundente; todos murieron al momento, ninguno de ellos sobrevivió.
Después de una hora del despegue, la torre de control se quedó esperando sin éxito la comunicación de Peterson por la radio. El operador hizo varios intentos desesperados pero nadie contestó. Resignados y con un dolor inmenso, asumieron la desaparición de la nave dos horas después de la falta de respuesta del piloto.
Ese día fue terrible para todos los amantes del Rock and Roll y para el pueblo norteamericano en general, que no pudo apartarse de sus aparatos de radio cuando sollozando, escucharon en familia la noticia fatal.
El 3 de febrero de 1959 es el día en que la música murió con la desaparición de Buddy Holly de 22 años, Ritchie Valens de 17 y The Big Bopper de 28. Tres grandes genios de la música fallecieron de manera inverosímil cuando el mundo suponía que el destino tendría deparado para ellos más éxitos y una larga vida, sobre todo para Valens, el más joven. Así, él y sus compañeros se convirtieron en leyenda y desde entonces los recordamos como referentes fundamentales de la música internacional, a pesar de la distancia y del tiempo.
Pocos años después, en 1972 Don McLean escribió la canción “American Pie” cuya historia tiene como hilo conductor este desastre y que tiene una parte que dice "The day the music died", por eso hoy nos referimos a esta desgracia con dicha estrofa.
A partir de entonces se han realizado piezas musicales, monumentos y nuevas versiones de “La Bamba”, como la de “Los Lobos”, que es de mis favoritas y que es el clímax de la película biográfica de Ritchie Valens que se llama como la canción que lo llevó al estrellato, dirigida en 1987 por Luis Valdez e interpretada magistralmente por un joven Lou Diamond Phillips.
Historias como ésta deben ser recordadas por nuevas generaciones, al menos para que se den un quemón de lo que significa el Rock and Roll de los años 50-60 y para que las descubran y sepan de dónde vienen las cosas que escuchan. Así que les recomiendo googlear a cada uno de ellos, sus nombres, las circunstancias de su vida y como un plus, les dejo el link para conocer la verdadera historia de la canción en https://youtu.be/cwxX1Nf1fyQ, contada de una manera genial por César Muñoz. Les prometo que se van a sorprender.
POR JULEN LADRÓN DE GUEVARA
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@JULENLDG
MAAZ