MALOS MODOS

Soltamos al tigre

El Doctor Patán, como el Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo (EQPMPDM), es partidario de la vía pacífica de transformación

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Doctor Patán, como el Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo (EQPMPDM), es partidario de la vía pacífica de transformación de la sociedad, pero, razoné el otro día mientras observaba las respuestas flamígeras de un que otro compañero ante las provocaciones de los moralmente derrotados, ante su desesperación traducida en vituperaciones inaceptables y faltas de respeto a las investiduras, llegó el momento de soltar al tigre. A varios tigres, propiamente.

El primero es el de siempre. El Wolverine de la Cámara Alta. La Primera Espada de la Desobediencia Civil. La Guayabera en Llamas. El camarada Noroña. Por si quedaban dudas, nos explicó que lo de la reforma del poder judicial es una “venganza”, y –remató– una “genialidad”, de ese prócer inmortal que es el EQPMPDM, que, añadió, se va, ya septuagenario, luego de entregar lo mejor de sí mismo, supongo que en referencia a esas venganzas magníficas, siempre chapoteando en las aguas del humanismo mexicano, con su carácter agridulce. Antes, ya nos dejó saber el Gerardo que le da lo mismo lo que diga la Suprema Corte y que las elecciones de jueces, van.

Del camarada no tienen que sorprendernos estos arrebatos de efervescencia rebelde: tiene una amplia trayectoria que lo avala. Un poquito más digno de sorpresa es lo de Jesús Ochoa. Ustedes, y también aquí su doctor Patán, seguramente pensaban que el Chucho solo tenía un personaje, ese que nos ofrece en las varias cumbres del cine nacional que ha protagonizado. Bueno, pues el otro día descubrimos que no.

Que, con el acicate adecuado, puede cambiar de personalidad, o por lo menos aumentarle el volumen a la que tiene, y volverse de veras intimidante, ampliando su registro actoral hacia algo que me permito catalogar como la furia agropecuaria. Lo digo porque alguien lo grabó en el acto de gritar algo como “¡Uuuuuurgggg!”, y tirarle de un manotazo el teléfono a un sepulcro blanqueado que le había dicho “traidor a la patria”.

Como remate, creo haber entendido, dejó caer un “puto”, pero no se los firmo. El audio nos regala algo como “¡Uooorg!”. Su doctor no tiene capacidades de productor cinematográfico, pero le augura al Chucho un montón de chamba como villista hasta el huevo de sotol. Lo hace, si me permiten citar a Oscar Wilde, con sospechosa naturalidad. Sobre todo, compañero actor, bien por ese compromiso revolucionario. Ah, y por el jeep. El Doctor Patán siempre ha querido uno así para huir de las huestes neoliberales.

Mi punto es: quedan avisados, conservadores. No todo es la parsimonia con que responde a los medios mi Andy, el bodocón. La 4T en su Segundo Piso es, como la del primer piso, como el humanismo mexicano, pues, de contrastes: te puede abrazar, como al narco, pero también puede sacar las garras y largarse en un coche de un millón y pico de pesos.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ