Probablemente no hay mejor diagnóstico sobre los retos del sector energético con el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum que el que ha realizado la Asociación Mexicana de Energía (AME) que preside Abraham Zamora: “el principal desafío que tiene el nuevo gobierno es garantizar que el suministro energético sea suficiente, confiable, limpio y a precios competitivos para atender la creciente demanda nacional”.
No es poca cosa, pero hay un punto de partida adecuado en el nuevo sexenio, porque la presidenta Sheinbaum reiteró que impulsará las energías limpias para garantizar precios bajos y aseguró anteayer que pronto presentará un Plan Nacional de Energía. Bien.
Prácticamente todas las empresas del sector están a la espera de ese plan, sobre todo porque hay recursos presupuestales limitados, lo que implica que las empresas privadas deberán ser sumadas a las inversiones.
La AME ha subrayado que nuestro país requiere invertir “alrededor de Dlls. $ 40 mil millones para instalar 37.8 GW adicionales de capacidad de generación eléctrica en el sistema”.
Esto es particularmente importante en el contexto del nearshoring, que Sheinbaum también mencionó en su discurso de arranque.
En otras palabras, no hay de otra: si queremos la relocalización necesitamos generar más energía. Y para eso se necesita dinero.
La ecuación que deben resolver la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, y la directora general de la CFE, Emilia Esther Calleja Alor, tiene varias incógnitas.
La más importante de todas es cómo cuadrar la proporción de 56 por ciento de generación de energía por empresas públicas con la necesidad de que en seis años México añada una cantidad de capacidad instalada de generación eléctrica similar a la que se construyó en los últimos 15 años. El nuevo gobierno debe triplicar la velocidad de construcción de la capacidad instalada que tuvieron los últimos dos gobiernos y medio.
Y además de la generación, otro dato clave del Plan será la transmisión y distribución, para lo que la AME estima que se requieren inversiones por 10 mil millones de pesos para subsanar el rezago de 10 años que prevalece en esa infraestructura en particular. En adición, a las redes de transmisión hay que subir la generación que surja de fuentes renovables, porque podría afirmarse que ‘sin transmisión, no hay transición’.
BOSCH
La próxima visita en noviembre del canciller Olaf Scholz a México, anunciada ayer por la presidenta Sheinbaum, es un buen indicio de un estilo presto para arrancar recepciones de socios comerciales en visitas de Estado. Scholz vendrá con empresarios. Una de las empresas, Bosch, acaba de pronosticar que uno de cada tres camiones será eléctrico en 2035, y que uno de cada 10 funcionará con hidrógeno. Para que se vea por dónde vienen las prioridades alemanas.
POR: CARLOS MOTA
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