Pasadas las elecciones en la Ciudad de México en 2024 y en donde se renovaron la jefatura de Gobierno, 66 diputaciones locales, de los cuales 33 fueron electos por mayoría relativa y 32 designados mediante representación proporcional, así como 16 alcaldías integradas por un alcalde electo por un periodo de tres años, ya urge que algunos se vayan.
De las 16 alcaldías en disputa, 11 serán gobernadas por el partido MORENA, unas de las que cambia es Tlalpan, hasta el cinco de octubre gobernada por la oposición, su titular Alfa González Magallanes.
Esta es una de las demarcaciones en donde ya urge que se vayan. Alfa González se va, y tomará las riendas la alcaldesa electa de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Gabriela Osorio Hernández.
Desde hace algunos meses el equipo de la alcaldesa se ha dedicado a “verificar” establecimientos sin motivo alguno, desde restaurantes, gimnasios y fraccionamientos, por aquello de los accesos a los mismos, con el único fin de abrir expedientes que les permita ejercer a plenitud el famoso año de hidalgo.
Tuvieron tres años para verificar que, conforme a sus facultades, los establecimientos cumplan con la ley. Sin embargo, una vez perdidas las elecciones y a meses de dejar la alcaldía, les embargó una actitud “verificadora” tan evidente como ridícula.
Es posible que al equipo que va de salida y a la alcaldesa, se les olvide que en la ciudad existe una Contraloría General y un Tribunal de Justicia Administrativa que seguramente los llamara a cuentas. Cualquier duda que le pregunten al titular de la dirección de Gobierno y Asuntos Jurídicos de la Miguel Hidalgo, César Garrido, quien ya fue separado de su cargo por 90 días en 2022, tras quitar sellos de suspensión de una obra en la demarcación.
Hace unos días, el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México ordenó la destitución e inhabilitación de Garrido por un año, tras determinar que no estableció acciones preventivas para proteger a los vecinos de la alcaldía Miguel Hidalgo de un proyecto inmobiliario.
El Tribunal de Justicia Administrativa determinó en esencia que César Garrido incurrió en abuso de funciones al no actuar para prevenir las afectaciones que el desarrollo inmobiliario estaba causando a las viviendas colindantes.
No estaría por demás que Alfa González como reza el resabio popular, pusiera sus barbas a remojar, ya que todas estas verificaciones implementadas en los últimos meses de su administración huelen, parecen y tienen forma de un claro abuso de funciones.
Ojalá y ahora que tome posesión Gabriela Osorio, quien ganó por más del 52% de los votos, cumpla su promesa de campaña de transparencia y anticorrupción. Todas estas anomalías y quejas, de las que ya debe estar enterada, deben ser investigadas y, en su caso, se deslinden las responsabilidades correspondientes.
Por eso la oposición cada día se vuelve más pequeña, porque los que han tenido la oportunidad de hacer cosas diferentes no las han hecho. De que sirve que se les de la confianza, cuando ya lo hemos visto, fallan de manera grosera.
A unos días de que tomen posesión las nuevas autoridades en la ciudad esperemos que se haga efectiva la rendición de cuentas, que la sociedad en su conjunto cada vez sea mas exigente y que se sancionen a aquellos servidores públicos que no cumplan adecuadamente con su trabajo.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
COLABORADOR
eduardomacg@icloud.com
@eduardo84888581
MAAZ