LA ENCERRONA

México sin López Obrador

“Cuando esté entregando la banda presidencial solo diré a los cuatro vientos: misión cumplida, me voy a Palenque, les dejo mi corazón, muchas gracias” López Obrador

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Hace un par de días terminó el sexenio de López Obrador, el más corto de la historia del presidencialismo con tan solo 5 años y 10 meses desde aquel primero de diciembre de 2018 hasta el lunes. Sin embargo, ha sido el sexenio más mediatizado e hiper comunicado que hayamos tenido, en gran parte a las mil 438 “mañaneras” con un promedio de poco más de dos horas de duración cada una y con millones de seguidores y visitas al canal de YouTube de AMLO; también a su manera de imponer la agenda pública durante estos seis años y de la politización de todo el país.

Este sexenio que recién termina fue uno de los más polémicos en toda la historia de México, pues en el imaginario colectivo de las y los mexicanos habrán importado poco las muertes violentas del periodo lopezobradorista, con más de 200 mil en tan solo este periodo de “abrazos, no balazos”; tampoco caló en las urnas o en el clima de las y los mexicanos las más de 800 mil muertes debido a su mala gestión de la pandemia; mucho menos el desabasto de medicinas; o que la educación del país se convierta en una gran aula de adoctrinamiento partidista. Lo que parece que importó fue si López Obrador se peleó con un enemigo nuevo o si dijo otra frase pegajosa.

Aunque este periodo solo comprendió de 2,130 días en la presidencia, a las y los mexicanos nos ha parecido una eternidad. Debemos entender que en este par de millar de días todo giró alrededor de López Obrador, no en cómo realizó su mandato, los retrocesos que tuvimos como país y las oportunidades perdidas. Solo se habló de Andrés Manuel López Obrador y, esta percepción es real pues se le debe de sumar los tres periodos de campaña a la presidencia, su periodo de Jefe de Gobierno en la Ciudad de México y, sobre todo, su presencia como opositor por casi 20 años.

En este sentido, para las y los mexicanos, López Obrador “siempre” ha existido en la vida pública desde principio de siglo (incluso antes). Porque todo el tiempo se trató de él, no de los partidos en los que militó, no de sus resultados en la administración pública, una oda a su personalidad y, ahora, en un personaje de culto. Para sus fieles seguidores es el mejor presidente de la historia de México, para sus férreos detractores es el presidente que hundió a nuestra nación. Ambas posturas son reflejo de la polarización que vivimos y ambos señalamientos se alejan de la realidad.

Así, lo que es verdad es que López Obrador le deja a su sucesora, Claudia Sheinbaum, muchos pendientes en todos los rubros del gobierno, además de las horribles comparaciones de las que la presidenta será presa al menos los primeros meses de su gobierno. También le hereda retos en materia legislativa, judicial y de relaciones exteriores. López Obrador se fue y México permanece. López Obrador se fue y quien manda es Claudia Sheinbaum. López Obrador se fue y muchas personas lo van a extrañar y otras (pocas) solo lo recordarán como un mal sueño. Después de aproximadamente 5 décadas, López Obrador no está más en la vida pública. 

POR ADRIANA SARUR 

COLABORADORA   

ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM 

MAAZ