La serie “Moody Mini” de Brooke Light se centra en retratos de niños, fusionando un estilo nostálgico con una atmósfera melancólica. Utiliza colores suaves y tonos apagados para capturar la esencia de la niñez de manera íntima y conmovedora.
Este trabajo refleja tanto la inocencia como la complejidad de la infancia, invitando al espectador a conectarse emocionalmente con cada imagen. La ausencia de sonrisas añade un elemento distintivo que otorga profundidad a sus retratos. En lugar de enfocarse en las típicas sonrisas infantiles, Light destaca expresiones más serias, permitiendo que las fotografías transmitan una gama de emociones más complejas y sugiriendo una conexión más profunda con la experiencia infantil.
La decisión de no “forzar sonrisas” surgió de expectativas que hay sobre que las personas, especialmente mujeres y niñas, siempre se muestren alegres, tanto en las fotografías como en la vida cotidiana. Al eliminar esta presión, Brooke notó que sus modelos se sentían más cómodas y dispuestas a abrirse frente a la cámara, lo que les permitía ser más auténticas.
Brooke es una fotógrafa reconocida por su enfoque artístico y su habilidad para capturar momentos íntimos y emocionales. Su obra explora temas como la identidad, la conexión humana y la belleza en lo cotidiano. Ha recibido formación formal en escuelas de arte y fotografía, donde perfeccionó tanto sus habilidades técnicas como su estilo personal.
Además de su educación formal, Brooke ha sido influenciada por fotógrafos contemporáneos y clásicos, lo que ha enriquecido su perspectiva. Esta combinación de formación académica y aprendizaje práctico ha contribuido a su estilo distintivo, caracterizado por su capacidad para capturar momentos emocionales y crear una atmósfera única en sus imágenes.
POR: MELISSA MORENO
MELISSA.MORENOC@GMAIL.COM
@MELISSOTOTOTA
PAL