PENSANDO EN BÉISBOL

Vivir en el estadio

¿Cuántos estadios podrían tener mucho mejores calendarios al tener claramente hogares con ese plus a la vista? Con ventanas aislantes de sonido y balcones adecuados, sería un enorme plus para el valor de mercado

OPINIÓN

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Alejandro Aguerrebere / Pensando en béisbol / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Está bien que nos encante la pelota, el deporte del diamante.

Puedes soñar beisbol, desayunar, comer y cenar pensando en las jugadas y las combinaciones de las mismas…

Aunque, por mucho que tu mente esté así de “conectada” con El Rey de los Deportes, eso de ya vivir en un estadio puede sonar como algo extremo.

Hay dos noticias recientes (una ya no tanto) y una realidad como para tomar en cuenta lo que puede ser el digamos ‘vivir-vivir’ en un estadio de beisbol, o con un campo de juego al abrir tu ventana, pues.

Fue misteriosa la foto de Naoya Hatakeyama tomada en 1998, donde se daba una vista aérea de algo intrigante y hasta original (quizá para desarrolladores de vivienda) cuando el Estadio Osaka contenía en su campo de juego si acaso una veintena de casas, cajones de estacionamiento muy bien pintados y… ¡¡Hasta yates!!

Afortunadamente eso fue algo pasajero y se supo que se trataba de un montaje: újule con estos amigos japoneses con toda su afición al beisbol vaya susto dieron.

Por ahí algo ya real es la “experiencia” que vende al menos un parque de sucursales (no se sabe de alguno ligamayorista al momento) en los Estados Unidos y puedes rentar las instalaciones completas por una noche, para deambular por las áreas permitidas como lo son la jaula de bateo o el campo mismo para cachar unos elevados alrededor de las 11:00 p.m., todo por tus módicos cinco mil 143 dolaritos por noche.

Cabe apuntar que en México ninguna franquicia se ha animado a habilitar esa oportunidad para los aficionados; la única referencia al respecto se negaría a tal posibilidad “por el tema de la seguridad principalmente” y hoy por hoy es entendible tal actitud preventiva.

Hasta aquí no hemos tocado un parque de Grandes Ligas, aunque la innovación se dio con el Rogers Centre de los Azulejos de Toronto, y el Hotel Marriot con sus habitaciones con maravillosa vista al campo de juego, ahí sí una experiencia de Grandes Ligas al alcance de tu balcón y tuvo que ser (al menos de manera directa) con la única franquicia sobreviviente en Canadá.

Llegamos entonces al punto preciso del tema y es por lo que fue el llamado Perry Stadium, Victory Field y Bush Stadium, en Indianápolis, Indiana, ahora llamado “Stadium Lofts”, y de verdad las fotografías muestran un panorama maravilloso.

Son 138 unidades privativas (departamentos) con –literal– parque a la vista y esto es algo que nos lleva a plantear lo siguiente…

¿Cuántos estadios podrían tener mucho mejores calendarios al tener claramente hogares con ese plus a la vista? Con ventanas aislantes de sonido y balcones adecuados, sería un enorme plus para el valor de mercado.

Ya ni pegarle a la nostalgia de algo tan comentado en cuanto así fue posible salvar al Parque del Seguro Social, o Parque Delta, pues fue más que evidente.

No estamos hablando de edificios cercanos, es probable que el beisbol profesional deba voltear a ver la posibilidad de una plusvalía  (dicho con toda intención) al integrar unidades privativas a los inmuebles llamados estadios.

Es un ganar-ganar en todo sentido.

POR ALEJANDRO AGUERREBERE

COLABORADOR

PAL