TIERRA DE NEGOCIOS

Importaciones de maíz, la otra realidad

Cabe aclarar que las importaciones son de maíz amarillo. En el caso del blanco, que es para consumo humano como las tortillas, ahí si somos autosuficientes, e incluso, en los últimos años se ha observado una producción al alza

OPINIÓN

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Mariana Otero-Briz / Tierra de Negocios / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

¿Por qué importamos maíz si somos un país productor?

-Detrás de las importaciones de maíz en México existen diversos factores, desde los comerciales y de logística, hasta los climáticos.

Cabe aclarar que las importaciones son de maíz amarillo. En el caso del blanco, que es para consumo humano como las tortillas, ahí si somos autosuficientes, e incluso, en los últimos años se ha observado una producción al alza.

¿Qué pasa con el amarillo?

Hoy en día, México cuenta con dos grandes industrias que demandan y consumen este grano que es rico en almidón: la pecuaria y la de alimentos. La primera lo usa como forraje para ganado (cerdos, reses, pollos, pavos) y la segunda para la producción de harinas, fructosa y conservas, por citar algunos ejemplos.

Sin embargo, gracias al crecimiento económico, la generación de empleos, el aumento del salario mínimo y por ende, mayor poder adquisitivo de la población, estas dos industrias van al alza, pues la población demanda más productos cárnicos.

La ecuación es simple, en México el salario mínimo ha registrado un incremento en este sexenio de 178 por ciento, al pasar de dos mil 687 pesos mensuales a siete mil 468 pesos mensuales este año.

Este aumento fortalece la recuperación salarial y mejora el poder adquisitivo de las familias, lo que les permite comprar más carne, leche y huevo, esto es, más proteína animal.

Datos del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) señalan que en el primer semestre de 2023, el consumo de cárnicos en el país alcanzó 4 millones 946 mil toneladas, 4.4 por ciento mayor al observado en igual lapso de 2022. En el caso de la carne de pollo, el aumento fue de 2.7 por ciento (2 millones 361 mil toneladas); en cerdo, 4.5 por ciento (1 millón 473 mil toneladas), y en res, de 2.8 por ciento (994 mil 449 toneladas).

La producción de maíz amarillo en México (3 millones 364 mil 735 toneladas en 2022) no es suficiente para cubrir la demanda del sector pecuario (ya sea por factores climáticos, porque las condiciones agronómicas no son propicias para la siembra de este grano o por la producción de otros alimentos), por lo que se requieren las importaciones.

De no comprar del exterior, daremos un golpe severo a la producción nacional de carne, leche y huevo y terminaremos importando también estos productos y, quizá, a precios más elevados para el consumidor final.

Así que, apelar a la soberanía alimentaria sin pensar que hay detrás de las importaciones de ciertos productos, puede dañar a sectores generadores de empleos y de dinámica económica.

Y es que, la importación de materias primas, como el caso del maíz amarillo, bajo los términos del libre comercio –con reglas claras y justas- permite la producción de alimentos en el país a precios accesibles, lo que debe usarse también desde un ángulo de fomento a la competitividad.

Entendamos, a final de cuentas, que es también parte del buen panorama económico que existe actualmente en México.

POR MARIANA OTERO BRIZ
@BRIZCOCHO

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