COLUMNA INVITADA

Vietnam hoy

Quien recorra Vietnam verá un país con fuerte desarrollo comercial en las ciudades, con polos industriales y profundamente agrario en el interior, con largos y anegados arrozales

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El destino me dio la ocasión de pasear por las calles de la otrora Saigón, hoy Ho Chi Minh, que es una ciudad vibrante, sorprendente, moderna, alegre y, vale decirlo, con una expresión de pobreza distinta a la que tenemos en México y en Latinoamérica.

En esta ciudad, entre auténticos cardúmenes de motos, rebosan negocios llamados “Made in Vietnam”, donde se pueden conseguir a precios razonables producto de las marcas lideres en ropa deportiva y de aventuras, así como de electrónica, y otras mercancías, con fábricas locales, tanto de originales por el outsourcing, como de copias.

Quien recorra Vietnam verá un país con fuerte desarrollo comercial en las ciudades, con polos industriales y profundamente agrario en el interior, con largos y anegados arrozales.

Es el primer exportador mundial de arroz, por detrás están de India y Tailandia, y el segundo de café, detrás de Brasil. En Vietnam, el sector agrario es un sector clave en la economía, agrupado en cooperativas, pero con una administración central.

Otro sector relevante es el turismo. Los hoteles rebosan de turistas que disfrutan diversas opciones para visitar los distintos barrios que conforman la antigua Saigón. Desde paseo en moto hasta buses repletos, el tráfico fluye de una manera desordenadamente funcional que dota de cierto encanto al caos que es, también, parte de su atractivo.

Las opciones culinarias invitan a grandes desafíos, entre olores y sabores, los más avezados se aventuran en los puestos de comida en la calle, y para los demás, están restaurantes con menús que hacen palidecer a cualquier chef francés, con platillos que nos hacen evocar el umami: el sabor infinito de la eternidad que no sabemos describir, pero que reconoce la punta de la lengua con los ojos cerrados; la esencia de la delicia.

Tras las sucesivas guerras que dejaron el país en ruinas, en 1986, el Partido Comunista de Vietnam, adoptó una serie de políticas económicas con una orientación de “socialismo de mercado” llamadas “Doi-Moi” (renovación).

Estas políticas implantadas a fines de los 80' y principios de los 90' implicaron la apertura a inversiones privadas extranjeras. Tras 33 años de renovación, Vietnam impulsó la transformación de una economía  basada en la agricultura, hacia un modelo productivo de corte mixto, donde si bien la agricultura siguió siendo muy relevante, creció la industrialización y se impulsó a la modernización de la infraestructura.

Hoy, Vietnam, con alrededor de 96 millones de habitantes, profundizó su giro capitalista, pero continuó con una fuerte dirección desde el Estado, siendo una economía abierta hacia el exterior, pero bajo las directrices del Partido Comunista de Vietnam en el interior.

En 2000 pasó de ser un país pobre a un país de ingresos medios y, con altísimas tasas de crecimiento anual que rondan el 7% del PIB, grandes inversiones extranjeras y una caída constante de la pobreza. Vietnam hoy me hace pensar en Cuba y el inhumano embargo estadounidense, quizás la historia sería otra.

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ

COLABORADOR 

@DIEGOLGPN

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