COLUMNA INVITADA

La inseguridad es el gran tema

A casi 6 años del inicio de la 4T, el poderoso discurso presidencial de que la violencia y la inseguridad eran un mal heredado, ha perdido toda validez

OPINIÓN

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Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pocos inicios de año han sido tan violentas como este, los mexicanos recibimos 2024 entre violencia y masacres, el problema de la inseguridad, fue el tema recurrente en las sobremesas de fin de año. El secuestro de 31 migrantes en Tamaulipas, el ataque con drones en Buenavista y la balacera en el palenque de Petatlán, marcan el inicio del año electoral donde habremos de elegir al próximo presidente de la República.

La promesa de campaña de 2018, cuando el entonces candidato presidencial prometió acabar con todos los males nacionales, incluida la inseguridad, hoy, a unos cuantos meses de acabar su sexenio, puede asegurarse que no será cumplida. En 6 años, México no experimentó ningún avance sustancial en el combate a la delincuencia, por el contrario, hubo retrocesos, sobre todo en los delitos de alto impacto relacionados con la delincuencia organizada.

A casi 6 años del inicio de la 4T, el poderoso discurso presidencial de que la violencia y la inseguridad eran un mal heredados de gobiernos anteriores ha perdido toda validez, morena gobierna prácticamente todo el territorio nacional, no solo tienen la presidencia, sino también la mayoría de los gobiernos estatales y del Congreso de la Unión. Morena y sus aliados han podido aprobar cualquier iniciativa que creyeron conveniente para acabar con la delincuencia.

Ante tal concentración de poder, es muy difícil seguir culpando a alguien más por la falta de resultados, incluso, los más files adeptos del movimiento, cada vez son más renuentes en seguir repitiendo la cantaleta de que todo es culpa de los neoliberales. Si bien es cierto que durante los sexenios de Felipe Calderón y de Enrique Peña la violencia en el país alcanzó niveles alarmantes, también es cierto que hoy en día las cosas están mucho peores.

Aún así, no existe ninguna certeza de que los mexicanos vayan a ejercer un voto de castigo en la próxima elección presidencial, situación que sí sucedió en las dos ultimas elecciones; Calderón y Peña no pudieron imponer a su sucesor en gran medida, por su falta de resultados en el combate a la inseguridad. En cualquier país del mundo occidental, hablar de masacres y de violencia es suficiente para que la mayoría de los electores valoren el sentido de su voto, pero México parece ser la excepción.

Lo anterior puede obedecer a dos motivos; los mexicanos hemos normalizado la violencia como parte de nuestra vida o no existe ninguna otra opción política que garantice mejores resultados. Cualquiera que sea el motivo, estamos frente a una situación grave, ningún pueblo debe de acostumbrarse a que la muerte y el crimen sean parte de su vida cotidiana, la mayor responsabilidad de cualquier estado es la de garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

La candidata opositora ha desaprovechado la oportunidad de presentarse como una opción que puede pacificar al país, de sus propuestas y visión en materia de seguridad se conoce muy poco, ojalá aproveche los tiempos de campaña para revertir esta situación. La oposición tiene la obligación de abordar el tema de la inseguridad con mayor ahínco; es la mayor carencia del actual gobierno y también es la mayor exigencia de los ciudadanos.

Por lo pronto, nuestro futuro inmediato no luce nada halagador en temas de seguridad, estamos cayendo en una espiral constante de crimen y violencia. Los mexicanos merecemos más y mejores resultados, no podemos aceptar que nuestro país está perdido frente a la delincuencia organizada.

La inseguridad debe de ser el tema prioritario en la próxima campaña, cualquier otra exigencia palidece ante la necesidad de conservar la tranquilidad, ahí es donde debe de centrarse el debate.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR

COLABORADOR

@HSERRANOAZAMAR

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