COLUMNA INVITADA

Desacelerar

Nuestros sueños, nuestros objetivos, cambian y evolucionan continuamente y es necesario revisitarlos de tiempo en tiempo. Pero es fácil, en la vorágine de todos los días, perder de vista la misión fundamental

OPINIÓN

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Claudia Luna / MUJERES, S.A. / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Este mundo no da tregua. Corremos. Siempre corremos, y el tiempo nunca es suficiente.  Yo me identifico plenamente con Alicia, y hay un conejo persiguiéndome eternamente con un reloj gigante en mano. Atrapados en un torbellino de urgencias y tareas, es fácil perder el norte y olvidar por qué hacemos todo lo que hacemos. ¿Cuál es realmente el fin último de todo tu esfuerzo? ¿Qué es lo más importante para ti? Lo que haces día con día, ¿te acerca a tu objetivo, a lo más importante? Si no es así, ¿cuándo empiezas?

Nuestros sueños, nuestros objetivos, cambian y evolucionan continuamente y es necesario revisitarlos de tiempo en tiempo. Pero es fácil, en la vorágine de todos los días, perder de vista la misión fundamental.  Aunque parezca contradictorio, solemos relegar nuestro propósito más profundo en favor de lo inmediato, y así, el tiempo se escapa. Al alinear por lo menos una fracción de nuestra actividad diaria a esa misión, conseguimos una fuente inagotable de energía, creatividad y hasta satisfacción.  

Ahora bien, ¿qué pasa si no tienes claridad sobre esa meta vaporosa que no se alcanza ni a dibujar en el horizonte? Entonces, es momento de desacelerar y revisar el plan de vuelo. Parar un poco.  Encontrar tiempo para crear silencio donde puedas escucharte otra vez.  Un espacio que te reconecte con tu objetivo central.  Sin silencios entre las notas, no hay música. 

Para esta exploración, me gustan tres conceptos que me robo de la cultura japonesa, el concepto del Ikigai que se traduce más o menos en: vivir con propósito. El tema principal es encontrar satisfacción y felicidad en las pequeñas cosas que hacemos a diario, y su relación con nuestra razón para levantarnos cada mañana. Toma unos minutos cada semana y pregúntate: ¿hago lo que amo hacer? ¿Hago lo que sé hacer bien? ¿Hago algo que necesita el mundo? ¿Lo que hago me remunera?

El segundo concepto es el concepto de Kanso, se trata de tomar decisiones conscientes que creen un entorno (físico y mental) armonioso, ordenado y despejado que permita enfocarse en lo verdaderamente importante y eliminar cualquier distracción que nos desvíe del objetivo principal. 

El tercero es el concepto de Ma, que se refiere a los espacios vacíos en los jardines Zen. El espacio, el vacío como elemento fundamental de apertura que permite creatividad, claridad, calma y finalmente, expansión.

Tú eres el arquitecto de tu vida. Siéntate a diseñar exactamente cómo quieres vivirla.

POR CLAUDIA LUNA 
@CLAUDIALUNAHDZ
FUNDADORA DE THINK PINK MÉXICO

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