En la Edad Media se tenía la creencia de que la mujer era bruja por tener conocimiento en distintas áreas y también porque era independiente y no se comportaba de acuerdo a lo que los hombres establecen. Esta ideología se propagó durante el Renacimiento y empezó la “caza” hacia las mujeres que ejercían su libertad.
Durante años se ha luchado en dar mayor participación a la mujer, pero el contexto de aquel entonces no permitía que se le diera el lugar que le corresponde, al contrario, se le juzgaba de no obedecer a los cánones que eran impuestos por la cultura y que se fueron transmitiendo a lo largo de los años.
Aunque se ha demostrado que la participación de las mujeres en la toma de decisiones de un país, disminuye la brecha de la desigualdad, todavía hay obstáculos que vencer, entre los que se encuentran, que los salarios sean iguales y erradicar el discurso sobre la forma en que las mujeres llegan a su cargo.
Casos a replicar los encontramos por ejemplo en la Comisión Europea, encargada de representar a la Unión Europea a nivel internacional, así como de formular leyes y velar por el cumplimiento de la legislación del continente, eligió en el 2019 a su primera mujer como titular, Ursula von der Leyen. También, en este mismo año, el Banco Central Europeo nombró a Christine Lagarde como primera presidenta de dicho organismo.
En nuestro país, hemos visto recientemente que las mujeres tienen cargos políticos de mayor relevancia, por ejemplo, en la Cámara de Diputados y Senadores, como presidentas de la Mesa Directiva, y en las Secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores.
También ahora, debido a las reformas que se han creado, se tiene una paridad en el Poder Legislativo, gracias a la reforma aprobada en el 2014. En el 2023, el INE avaló la paridad para que los partidos políticos y sus coaliciones tengan como candidatas al 50% de los contendientes.
No podemos dejar de mencionar que, de acuerdo con diversos estudios, se ha demostrado que las mujeres llegan a votar más que los hombres, cerca del 60% de los sufragios en las elecciones son de mujeres. Este número es mayor y cambia la perspectiva de cuando la mujer empezó a emitir su voto, en la que no se tenía un conocimiento sobre política.
De 1947, donde por primera vez la mujer pudo votar y ser votada en unas elecciones municipales (sin reconocerse el triunfo) a 2024, en la que nuestros derechos políticos electorales han sido reconocidos de manera plena, pasaron cerca de 78 años. En este año, se hará historia al elegirse a la primera presidenta de México, un logro para todas aquellas mujeres que velaron por el voto en el país.
De poder ejercer el voto a ocupar el cargo máximo en un país, lucha incesante que ha rendido frutos pero que no queremos que pare aquí, nos queremos a todas libres y libres de violencia.
POR: AZUL ETCHEVERRY
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MAAZ