LA CURUL CIUDADANA

Dos aniversarios: un país

El EZLN sigue siendo un grupo armado encabezado por algunas de las personas más desfavorecidas del país en términos de pobreza, acceso a oportunidades y libertades en igualdad de circunstancias

OPINIÓN

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Jorgina Gaxiola / La Curul Ciudadana / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El 1 de enero de 1994 inició el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, conocido como el EZLN. Ese mismo día también entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conocido como el TLC. Dos eventos que habrían de determinar el futuro de nuestro país.

Por un lado, el legítimo reclamo de las comunidades indígenas de que el Estado mexicano las había olvidado. Por otro, la llegada de un nuevo poder que ocupará las tierras prometidas para el campo y hará de ellas un negocio entre pocos: las compañías trasnacionales.

El EZLN sigue siendo un grupo armado encabezado por algunas de las personas más desfavorecidas del país en términos de pobreza, acceso a oportunidades y libertades en igualdad de circunstancias. Según el doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM, Alejandro Peña García, fue una “guerrilla que tomó del discurso, de la imaginación discursiva, la capacidad de atraer la atención y remover conciencias colectivas”.

Así es, tanto la mirada nacional como internacional volteó a ver y a escuchar la realidad de las comunidades indígenas en México. En ese sentido lograron el apoyo y el reconocimiento de la opinión pública. Sin embargo, el reconocimiento por el que han luchado a lo largo de ya treinta años, ¿se tradujo en mejores condiciones para los pueblos originarios? Porque en su momento, el gobierno se comprometió a la construcción de una nueva relación entre el Estado y los pueblos indígenas al reconocer en la Constitución su derecho a la libre determinación bajo la forma de régimen de autonomía como columna vertebral de los derechos indígenas: políticos, jurisdiccionales, sociales, económicos y culturales. 

Hoy la ley obliga a los partidos políticos a tener entre sus candidatos a personas indígenas. Hoy gracias a este movimiento las comunidades indígenas han conseguido autonomía, han conseguido tener el derecho a decidir sus formas internas de organización social, a aplicar sus sistemas normativos en la regulación y solución de conflictos internos, siempre de acuerdo a lo que reconoce la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En mi opinión se consiguió mucho, especialmente para las mujeres también. Aún así queda todavía un gran camino por recorrer, un camino que nunca ha sido fácil, un camino que a través de soportar y enfrentar la desigualdad va consiguiendo el reconocimiento de los derechos que tiene cualquier ser humano.

¿Qué tanto ha cambiado México? ¿Qué ha logrado más en el combate a la desigualdad y al acceso a más y mejores oportunidades, el EZLN o el TLC? ¿Es una pregunta válida? ¿Usted qué opina?

Mientras tanto: “Nunca más un México sin nosotros. Guarda entonces el machete y afila la esperanza”. Subcomandante Marcos.

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