México fracasó de forma estrepitosa en el Mundial anterior al quedar eliminado en fase de grupos, algo que no se veía desde Estados Unidos 1994.
A raíz de aquel fatídico episodio, se supone que iba a haber una reestructuración de dimensiones profundas, pero nada más lejano que la realidad. Le cortaron el proceso a Diego
Cocca, un estratega cuyo futbol dista mucho de cualquier espectacularidad, pero que parecía ser algo serio, muchos de sus pupilos y entorno han hablado de que imprimía una disciplina muy interesante, y al primer desplante de los divos seleccionados nacionales que tienen secuestrada al combinado de todos, lo cepillaron, para poner a Jaime Lozano, que aunque serio y preparado, parece estar a merced de los mismos directivos, tanto así que prácticamente son las mismas listas de antes, con los mismos becados y consentidos.
Pero aquí estoy para cuestionarme qué ha pasado con eso que se comenzó a prometer tras la derrota escandalosa frente a Estados Unidos, que iba a marcar un precedente.
Llegó Juan Carlos Rodríguez, La Bomba, con una verborragia espectacular, al estilo de los viejos políticos y con planes futuristas. Centralizaremos los derechos de transmisión, pero no dicen cómo. Exportaremos jugadores a Europa, pero tampoco han manifestado las formas. Y volvemos al mal endémico de la región.
Muchas promesas y pocas acciones, acompañadas de un discurso tan enérgico como vacío. Puedo analizar punto por punto, pero eso lo iremos haciendo en próximas entregas. Hoy me centraré en la supuesta exportación de mexicanos al extranjero.
En este mercado de fichajes, no ha habido una sola a ningún equipo de élite. ¿No se supone que iban a trabajar para facilitar su salida? ¿No que darían incentivos a los clubes? Señalaron que platicarían con instancias europeas para conseguir que nuestros jugadores obtengan más rápido nacionalidades y así se abran más lugares.
La respuesta, a casi un año de ese discurso, es que Andrés Guardado, Gerardo Arteaga, Jesús Corona y contando han regresado. Guillermo Ochoa ya es un veterano, en vías de retiro más allá de su gran mentalidad y legado para el futbol nacional. Ah. y Santos Laguna, que tiene al Sporting de Gijón y ha llevado jugadores para allá, ya devolvió a Jordan Carrillo, que estuvo a un semestre de obtener plaza comunitaria, y no se ve ningún futbolista, de momento, con proyección de dejar el futbol mexicano para buscar la élite que algún día ostentaron Javier Hernández, Guardado o Hugo Sánchez.
Total, muy pocos elementos militando en El Viejo Continente. De ellos, solo Edson Álvarez y Santiago Giménez prometen de cara al futuro, los demás, vienen de bajada y no se ve que vaya a cambiar el panorama. A ver si seguimos comprando espejitos.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE HERALDO DEPORTES LAGUNA EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA
MAAZ